spot_img

Aztecas e Incas ¿sofisticación o barbarie?

Desde el punto de vista más eurocentrista se tiende a pensar en el descubrimiento de américa como algo exclusivamente europeo, como si este continente fuera fruto exclusivamente de los conquistadores, como si estas tierras no existieran antes de que Colón y sus hombres desembarcaran en el Caribe.

Lo que de verdad deberíamos preguntarnos es… ¿cómo eran las gentes de estos territorios?, ¿Qué sistemas políticos tenían?, ¿eran estas realmente grandes organizaciones políticas?, ¿merecen estas civilizaciones la visión que les ha dado la historiografía europea?
El presente escrito tiene como objetivo la reflexión acerca de estas preguntas, utilizando para intentar resolverlas datos acerca de los aspectos religiosos, políticos, económicos y de las civilizaciones Azteca e Inca.

Desde la historiografía europea y posteriormente a la conquista se ha argumentado que estas civilizaciones eran bárbaras debido a que no se ajustaban a las sociedades europeas del momento. Cuando los intelectuales europeos tildaban de bárbaros a los indios estaban usando una terminología grecolatina que originariamente hacía referencia en sus orígenes a todos aquellos que no vivían bajo la influencia de la cultura griega y por tanto no conocían la civilización. Elliot en su obra «El viejo mundo y el nuevo» plantea la idea de que de que ya con anterioridad al descubrimiento la mentalidad cristiana clasificaba las culturas según su grado de civilización siendo la ausencia de esta considerada barbarie. El cristianismo integra los cánones clásicos de civilización y barbarie y los tiñe con distinciones de carácter religioso siendo los paganos igualmente tratados como bárbaros.

La reflexión que debemos plantear es si debemos tratar estas civilizaciones desde nuestro punto de vista comparándolas a su vez con algunas antiguas culturas europeas o contextualizarlas y evitar comparaciones o saltos en el tiempo que nos puedan hacer caer en esa concepción de barbarie que mencionábamos con anterioridad.

Guerreros Incas
Guerreros Incas

Muchos autores tienden a las comparativas de las religiones azteca e inca con las que encontramos en la región de Mesopotamia, pues ambas son politeístas, tienen diversas divinidades que aparecen representadas con los elementos. Esto para los descubridores simbolizó un síntoma de atraso y barbarie, aunque también tenemos que destacar que todas las culturas que no tuvieran como religión oficial la cristiana era vistas de esta manera.

León Portilla propone evitar estudiar el continente americano y los procesos históricos acaecidos en él mediante el análisis comparativo con las estructuras de poder y la sociedad de la Antigüedad (Egipto, Mesopotamia, etc.), ya que los historiadores europeístas siempre desde una visión europea no suelen tener en cuenta que el poblamiento de América es muy posterior al que se produce en Europa o Asia y por lo tanto, el desarrollo de todas estas civilizaciones se da en un menor espacio de tiempo y de forma aislada, es decir, los procesos que en el mundo conocido hasta finales de siglo XV se habían prolongado y complicándose hasta alcanzar una complejidad muy superior a la que se produce en América, otro factor determinante a tener en cuenta fue la climatología y la geografía para el desarrollo de las culturas y sus poblamientos.

La religión

La religión azteca, sin embargo, podemos destacar que se configura a través de una serie de pilares tales como la diversidad de divinidades, los mitos de su nacimiento, la creación del mundo, etc.

Esta es una religión que en muchos aspectos inunda las sociedades de estos territorios pues tenemos la existencia de ritos públicos tales como las fiestas de los diferentes meses, también la aparición de estos ritos, leyendas o cuestiones religiosas en la orfebrería y cerámica, sin embargo, tanto la incorporación de la religión a la vida cotidiana como las atribuciones de los dioses citados no difieren de las prácticas religiosas del mundo clásico.
Estas ceremonias religiosas en ocasiones nos muestran el calado de la religión en la sociedad, además de la organización pues estas ceremonias tenían como protagonistas a diversos dioses y sus preparativos en ocasiones comenzaban con meses de antelación.
En torno a estas fiestas públicas se realizaban bailes, banquetes y en muchos casos sacrificios con el fin de adorar a los dioses relacionados con el agua con el fin de obtener lluvias y buenas cosechas como es el caso de la fiesta de Atlcahualo u obtener éxito en batalla.

Al igual que los ritos, el panteón azteca podría dar la impresión de que estamos ante una cultura bárbara, pues sus dioses principales están orientados a la muerte o al arte de la guerra. Uno de los ejemplos más claro es el de Tezcatlipoca, este está relacionado con la muerte y la destrucción. En contraposición a este tenemos a Quetzalcóatl, este es considerado como un dios civilizador, dios que se opone a los sacrificios.

Por último, hay diferentes dioses relacionados con la vida cotidiana, estos van a tener importancia pues se les hacen ritos, fiestas y en algunos casos aparecen como dioses titulares en diversas ciudades. Esto nos muestra que solo un aspecto de la religión que no deja de ser importante está orientado al belicismo. Aunque este sea en gran medida el más conocido, no representa la totalidad de este panteón ni la mentalidad de sus adoradores.
Al igual que la religión, otro aspecto determinante por parte de los europeos para la designación del calificativo «bárbaro» fue la organización política, en el caso azteca tenemos que se erige un imperio basado en el sometimiento de otros pueblos, para la articulación de este sistema líderes como Moctezuma estuvieron acompañados de consejeros provenientes de otros clanes, por lo tanto, observamos que se desarrolla un sistema clientelar con una difícil articulación.

El rey disponía de grandes poderes religiosos y militares, Moctezuma, por ejemplo, antes de ser coronado rey azteca formaba parte de la élite sacerdotal y guerrera, rasgos de gran relevancia por el carácter religioso-militar de la monarquía, cuyas funciones principales son liderar los ejércitos y presidir los ritos y ceremonias en calidad de sumo sacerdote.
Las culturas mesoamericanas tienden a competir entre sí mediante el uso de las armas, lo cual puede verse en las conquistas llevadas a cabo los mexicas o los Acolhuash, aunque se percibe una incipiente preminencia de los mexicas en los conflictos tribales. Algunos de los episodios militares relatadas en las estelas son la conquista de Tezcoco o Mixcoac en el siglo XV. La consolidación del poderío azteca se alcanza con la formación de la Triple Alianza hacia mediados de este siglo.

hernan cortes y Malinche con Moctezuma en Tenochtitlan, November 1519
Hernán Cortés con Malinche ante Moctezuma, en Tenochtitlan en 1519.

No solo existió un sistema político con unas fuertes administraciones, sino que este viene acompañado de un sistema social diferenciado por estratos, por un lado, tendríamos a los macehualtin que formarían las extensas familias, como la base de esta sociedad, frente a los pipiltin que formarían una hermética clase noble con un poder adquisitivo importante que además ostentaría importantes puestos en el ejército y las administraciones reales.
Este sistema no solo incluía al pueblo llano y la nobleza, sino que existían más clases económicas como es el caso de los artesanos o pochtecas, quienes tenían sus propios gremios, e incluso, sus rituales religiosos.

Las administraciones se componían de un eficaz sistema jurídico además de un sistema de dignatarios que actuaban como gobernadores, de esta manera en los territorios mexicas y en el de sus vasallos se extendió un eficaz sistema tributario.

Economía

El plano económico y productivo se aprecia una profunda influencia de los grandes núcleos urbanos como Tenochtitlan. la agricultura basada en la explotación de las riberas de los canales cercanos a las ciudades. Un aspecto común a las civilizaciones ancladas en la Antigüedad es el protagonismo de la actividad agraria, como vemos en la región de medo similar a Egipto, Mesopotamia, etc. Abundan cultivos autóctonos como el maíz, chile, frijol y calabaza. Otro aspecto fundamental de la economía azteca es la metalurgia de cobre, bronce, y especialmente oro, usados en la orfebrería. A diferencia de los avances de las culturas antiguas del Viejo Mundo, en Mesoamérica no se práctica la domesticación de forma generalizada (únicamente vemos el uso de perros de pequeño tamaño), no conocían el torno de alfarero y tampoco hacían un uso funcional de la rueda.

Uno de los aspectos más destacados, además de la política, es el conocimiento de la escritura y los calendarios, estos van a dividir los años de 260 días con periodos de 65 días, en estos calendarios van a recogerse los años solares y diferentes datos astronómicos de gran importancia. A su vez, la presencia de las deidades será muy importante, debido a que algunos días aparecen representados con divinidades, por estar dedicados a ellas.
La escritura azteca es jeroglífica, dado que se basaba en diferentes signos o pictogramas de objetos, formas antropomórficas, zoomórficas o símbolos que representan elementos de la naturaleza, e incluso llegaron a incorporar ideogramas a su escritura, lo cual les permitió grabar en piedra documentación tanto mitológica como económicas y administrativas, que hoy día nos proporcionan información de gran valor para el estudio de estas culturas. Esta escritura, según los epigrafistas y paleógrafos, se remontaría a un periodo muy arcaico, pues afirman que originariamente provenía de la civilización olmeca, puesto que estos mismos habían, a su vez, influenciado a los mayas de la península del Yucatán.

“Los que viven en los Antis comen carne humana, son más fieros que tigres, no tienen dios ni ley, ni saben que cosa es virtud…»

Según Elliott la civilización inca fue considerada por los conquistadores como una cultura poco evolucionada y por lo tanto con un considerable grado de barbarie, pese a que algunos cronistas del coetáneos al periodo de conquista como el inca Garcilaso de la Vega van a comparar este imperio con el romano en occidente, es decir, al equiparar el imperio inca con la antigua Roma (culmen de la civilización) cabría suponer que su intención era aclarar que los indígenas de esta región poseían unas estructuras político-económicas desarrolladas. Esta formación política va a surgir poco tiempo antes de la conquista, aunque en este breve periodo extendiéndose contundentemente en el territorio andino. En cuanto a la religión inca, al igual que los aztecas, van a tener divinidades que representaran a los elementos como el mar, la luna y la constelación de las Pléyades. Su dios principal fue Pachacútec personificación del sol. Los incas solían realizar sacrificios humanos como medio de apaciguar a sus dioses, esta práctica horrorizó a los cronistas europeos como el padre Blas Valera, quien nos cuenta lo siguiente:
«Los que viven en los Antis comen carne humana, son más fieros que tigres, no tienen dios ni ley, ni saben que cosa es virtud; tampoco tienen ídolos ni semejanza en ellos…si cautivan a alguno en la guerra, o de cualquier otra suerte, sabiendo que es hombre plebeyo y bajo, lo hacen cuartos y se los dan a sus amigos y criados para que se los coman o los vendan en la carnicería».

El padre Valera nos narra el proceso ritual de los sacrificios afirmando entre otras muchas cosas que en el momento del sacrificio los participantes devoran el corazón de la víctima y además las mujeres lactantes mezclan su leche materna con la sangre derramada. Para el esta crueldad no es sino una evidencia del grado de barbarie de la sociedad inca. El Inca Garcilaso de la Vega nos relata la explicación teológica que hicieron los sus antepasados sobre los seres que habitan el mundo y el camino hacia la otra vida. Esta visión no es baladí, puesto que se asemeja en cierto modo con la teología cristiana al considerar que los seres humanos poseen anima racional y los animales un anima vegetativa. Además, nos habla de que el mundo se divide en el cielo (Hanan Pacha) la tierra corrupta (Hurin Pacha) y el infierno (Ucu Pacha).

Políticamente el imperio inca va a suponer la aglomeración de diversas regiones que contaban con aproximadamente 15.000.000 de habitantes, esto fue capaz debido a que se creó una infraestructura y unas administraciones descentralizadas que permitieron la efectiva recaudación de impuestos y control del territorio.

Para el control efectivo del territorio se llevaron a cabo políticas de traslado de personas como mano de obra en otras regiones, como es el caso de las actividades agrícolas en la Cochabamba.

Estas políticas en otras ocasiones van a tener la intención de evitar levantamientos en las regiones con el fin de mantener la estabilidad desligando a estas gentes de sus tierras originarias.

Las tierras por lo general se articulaban de una red de canales, por lo general cultivadas de maíz, autores como Garcilaso de la Vega en su libro quinto de los comentarios reales de los incas nos muestra la complejidad de esta organización agraria, en esta cultura se desarrollaron diversas técnicas con el fin de obtener mayor rendimiento de la tierra. Tanto cultivos como técnicas en algunos casos fueron sustituidas o adaptadas a productos europeos tras la conquista.

La compleja sociedad respecto a estas tierras de labranza establece un trabajo comunitario para socorrer a todos aquellos que no pueden valerse de sí mismos para trabajarlo, como viudas y ancianos.

La complejidad no solo se aprecia en sus instituciones sino en la propia corte, ya que en el imperio Incaico se desarrolla una propia lengua cortesana con el fin de distribuir mejor la información ya que en estas regiones hay gran variedad de dialectos. Esta lengua se extendió y acabo llamándose dialecto general, de hecho, fue promovida por los reyes incas en la totalidad del imperio, los reyes mandaban maestros a las diferentes poblaciones con el fin de extender esta lengua.

Conclusión

Respecto a la sociedad europea, los castellanos se encontraron diversas civilizaciones que estuvieron atrasadas desde un punto de vista económico, sin embargo, esto no significa que carecieran de civilización, puesto que el estado existía y tenía un papel central en la vida cotidiana, por ser un elemento de cohesión entre la política y la religión.

Con todo esto, he intentado reflexionar acerca de la tradición intelectual europea que mantiene la consideración de las culturas precolombinas como incivilizadas o bárbaras, las investigaciones actuales nos muestran que tanto las civilizaciones incas como azteca poseían una riqueza material y cultural de valor incalculable por sus profundas particularidades, contando con sociedades muy complejas y con religiones que, aunque sean consideradas inferiores desde la visión conquistadora por su politeísmo tenían un gran desarrollo ritual y religioso.

Desde mi punto de vista los sistemas políticos que nos ofrecen estas regiones simplemente son distintos a los europeos, claramente tienen sus propias reglas de juego, sus complejos sistemas administrativos y el factor más importante que determinara estas sociedades, su mentalidad. Con esto queremos afirmar que, si bien es necesario conocer las causas y consecuencias de la interpretación europeísta de las culturas americanas, más allá de eso deberíamos tratar de analizar las propias culturas amerindias sin tener en cuenta las aportaciones de los cronistas europeos y poniendo énfasis en los datos arqueológicos y etnográficos, con el fin de esbozar un perfil históricos acorde con la realidad de la época anterior al Descubrimiento.

Esta va a ser percibida por los europeos como bárbara y poco sofisticada, debido a que ellos se sitúan a sí mismos en el punto más álgido de la complejidad, sin embargo, hoy día es una percepción que, aunque sin el mismo peso histórico se mantiene.

Finalmente, hoy día debemos distinguir lo que son estereotipos o prejuicios creados en el pasado en torno a realidad de estas culturas que nos aporta la historiografía actual, por tanto, para estudiarlas debemos sumergirnos en su contexto especifico, evitando comparaciones con otras regiones a escala mundial.

Cada cultura es única y aunque en algunos hay similitudes, estas no se pueden comparar a menos que estén en regiones cercanas, con similitudes geográficas o climáticas. La resistencia cultural nos va a mostrar la complejidad social e histórica de estos pueblos. Esta va a estar patente tanto durante los tres siglos en los que estos territorios serán colonias españolas, con diferente intensidad, pero diversas poblaciones indígenas van a preservar sus tradiciones hasta el día de hoy.

Bibliografía:

  • Alcina, F. (1989) “Los Aztecas” Historia 16, Madrid.
  • Batalla Rosado, J & de Rojas L. (20008), “La religión azteca”, editorial Trotta, Universidad de Granada. 
  • De la Vega, G. (2015) “Inca Garcilaso de la Vega: Comentarios reales sobre el imperio de los Incas en el antiguo Perú”, Fundación José Antonio de Castro, Madrid.
  • León Portilla, M. (2005) “Aztecas-Mexicas: Desarrollo de una civilización originaria”, Algaba ediciones, Madrid.
  • Nathan W, (1982) “The mitimas of the Cochabamba Valley: The colonization policy of Huayna Capac”, en George C, Renato R. y John W, The Inca and Aztec States, 1400-1800, New York, Academic Press.
spot_img

ÚLTIMOS ARTÍCULOS

Autor

Comparte

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí