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Carcasona, el cuento medieval

La ciudad de Carcasona o Carcassonne es uno de esos sitios que cualquier persona apasionada de la época medieval debe visitar. Es un lugar que parece sacado de un cuento y te permite retroceder muchos siglos en el tiempo nada más atravesar alguna de sus entradas. Situado en Francia en la región de Occitania, es la capital del departamento de Aude, una ciudad con apenas 50 mil habitantes pero con un gran legado histórico.

La ciudad medieval es un complejo amurallado que impresiona al contemplarlo. Un auténtico cuento medieval.

carcasona carcassonne
No es una imagen de cuento, es la ciudad de Carcasona

Los primeros asentamientos

En la zona había referencias de poblados entorno al primer milenio antes de cristo y ya, en el siglo IV a.C., aparece un asentamiento defensivo en la zona de la ciudad actual, aprovechando el enorme poder que otorga el lugar, situado en un alto y que permite divisar a los enemigos a muchos kilómetros.

Incorporado el imperio romano en el siglo I, aquí ya tenemos la primera gran muralla del complejo, la muralla galo-romana, con las típicas torres en forma de herradura y con muros de piedra con ladrillo. Se encontró un mosaico romano del año 70 a.C. (aprox.), que prueba el asentamiento de villas romanas en la zona.

muralla galo romana carcasona carcassonne
Torre en forma de herradura de origen romano

Visigodos y Sarracenos

Tras los romanos fueron los visigodos los que se impusieron, recogiendo los despojos del otrora gran imperio. Tras estos lo musulmanes donde aparece un personaje importante en la historia: la dama Carcas. A medias entre la leyenda y la realidad, aunque  más cerca de lo primero, tenemos el posible origen del nombre de la ciudad.

La leyenda del origen del nombre de la ciudad

En época del Emperador Carlomagno, la zona era de dominación sarracena. La ciudad estaba al frente de la llamada dama Carcas, que había asumido el mando tras la muerte de su marido. El rey franco deseaba tomar la ciudad y la puso en asedio. Pretendía rendirla de hambre pero pasaba el tiempo y la ciudad resistía sin dar muestras de debilidad. Pero llevaban resistiendo las acometidas de los francos durante años y las provisiones de la ciudad eran casi inexistentes ya.

Pero tuvieron una idea… decidieron sacrificar lo poco que les quedaba para engañar a los ejércitos de Carlomagno. Cogieron un cerdo bien cebado, una de las pocas provisiones que tenían, y lo tiraron por las murallas ante la atónita mirada de los sitiadores. Ante esta “demostración”, los enemigos interpretaron que tenían suficientes víveres para aguantar mucho más tiempo el asedio por lo que decidieron levantarlo y marcharse. Ante la victoria, la noble dama ordenó hacer sonar las campanas de la ciudad. En referencia a este sonido, “Carcas suena” pudo derivar en “Carcas sonne”. Es una bonita leyenda pero sin ningún fundamento histórico.

dama carcas carcasona carcassonne

La Dama Carcas original (izq.) y la réplica (dcha.) situada en la puerta de Narbona

La ciudad en poder de los francos

La ciudad fue definitivamente conquistada por Pipino el breve, el padre de Carlomagno, en el año 759, creando un condado. Esta fecha pone en seria duda la historia de la dama Carcas, pues durante el reinado de Carlomagno, la ciudad no estuvo en manos sarracenas. Fue en el siglo XI cuando la ciudad pasó a manos de la dinastía Trencavel, al frente del vizconde Raimundo Bernardo Trencavel. Esta dinastía realizaría grandes cambios en la ciudad, añadiendo por ejemplo el castillo y la antigua catedral de San Nazario (ahora transformada en basílica).

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Antigua Catedral, actualmente basílica de Saint Nazaire

El castillo de la fortaleza

La primera construcción del castillo en la fortaleza data de principios del siglo XII. Edificado por los vizcondes de Trencavel, la primera estructura se apoya sobre las murallas romanas. A mediados de siglo le añaden una pequeña empalizada y una capilla (hoy desaparecida). Ya a finales del siglo XII los muros fueron almenados, aumentando su defensa ante posibles rebeliones. La actual barbacana es de mediados del siglo XIII, cuando la ciudad ya estaba en poder del rey de Francia.

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Entrada al Castillo de la ciudad

La herejía de los hombres buenos, los cátaros

Los cátaros habían obtenido mucho auge en la zona. Sus ideales de pobreza y ayuda a los necesitamos, tratando de volver a los orígenes de la iglesia y totalmente contrario a la opulencia que se vivían en aquellos tiempo, puso nervioso al papa Inocencio III. Temiendo por una revuelta que pudiera afectar a sus dominios, forzó al rey Felipe Augusto de Francia para combatir a lo que consideraba una herejía. Así promovió una cruzada contra estos “herejes”, la llamada cruzada albigense.

La familia Trencavel se puso de parte de los cátaros, junto al conde de Tolosa, Raimundo VI.  Debido a la influencia de la corona de Aragón sobre la región de Occitania, el rey Pedro II se unió en la defensa de sus nobles, algo que resultaría fatal pues falleció en la batalla de Muret, celebrada el 12 de septiembre de 1213.

Carcasona pasa a manos de Simón de Montfort

Simón de Montfort fue el encargado de dirigir al ejército cruzado contra los herejes, y puso cerco a la ciudad de Carcasona. A los Trencavel les fue imposible resistir y tuvieron que rendir la plaza el 15 de agosto de 1209. La ciudad pasaría a manos de Simón de Monfort. Ramon Trencavel intentaría, sin éxito, recuperar la plaza durante los años sucesivos, pero las defensas de la ciudad la hicieron imposible de recuperar.

Tras la cruzada albigense, Simón de Monfort se convirtió en el dueño absoluto de toda la región occitana. Consiguió el condado de Tolosa y los vizcondados de Beziers y Carcasona. Sin embargo su hijo no tenía la capacidad ni carisma de su padre y, en 1226, fue obligado a ceder Carcasona al rey de Francia. El vizcondado se convertía en un senescalado.

Corona de Aragón

Tras dejar de ser posesión de la corona de Aragón, la ciudad de Carcasona se convertía en frontera con el reino hispano, por lo que la ciudad cumplía perfectamente su función.Por ello las sucesivas mejoras en las fortificaciones, como la doble muralla con las lizas entre ellas o las barbacanas, la hacía una ciudad inexpugnable. Sólo tras la paz de los pirineos (1659) la frontera se desplazó más al sur, al quedar el Rosellón y la Cerdaña en manos francesas.

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Liza entre las murallas, con espacio suficiente para desplegar las máquinas de guerra

A medida que avanzaron los tiempos, Carcasona dejó de tener la importancia del pasado. La población se desplazó fuera de las murallas a la llamada “Ciudad nueva” por los que la ciudad fortificada se trasformó en un destacamento militar y después en prisión. En 1801 también perdía la catedral de Saint-Nazaire, que se transformaba en basílica. Se había construido una nueva en la ciudad nueva, la catedral de Saint-Michel. Aunque la nueva construcción distaba mucho de la enorme belleza de la original, significaba una demostración más de la decadencia de la ciudad vieja.

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La Catedral actual, situada en la «ciudad nueva»

Una ciudad en ruinas

Tras la revolución, en 1789, era ya solo un campo militar en ruinas. Nada que recordara a la gran e inexpugnable fortaleza de sus siglos de esplendor. Además los archivos locales se habían quemado en sucesivos incendios.

Pero entre las ruinas surgió la chispa… en el siglo XIX un arqueólogo local encontró los restos una tumba que pertenecía a un obispo. Este hecho indicaba que el lugar había sido de gran importancia. Informó a las responsables de los  monumentos históricos franceses que comenzaron la investigación del lugar.

El gran restaurador de Carcasona

En 1844, el estado francés puso la reconstrucción en manos del famoso arquitecto, que diseñó la catedral de Notre-Dame parisina, entre otras. Él es el responsable de la increíble ciudad que podemos ver hoy día. Las obras duraron 58 años y finalmente en 1911 se dieron por finalizadas. Viollet-le-Duc no pudo contemplar la gran obra que terminó su alumno Paul Boeswillwald. Se devolvía a la ciudad la silueta que tenía en el siglo XIII.

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Junto a una escultura de Viollet, el gran restaurador de Carcasona (Lo siento pero solo tenía esta del busto, jeje)

Unesco

Desde 1997, “la cité” de Carcasona es un monumento incluido en la lista de Patrimonio Mundial. Es difícil encontrar un mejor ejemplo de arquitectura militar en toda Europa.

Fotos de Carcasona

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6 COMENTARIOS

  1. Ya expuesto podrías haber ubicado esta gran ciudad en una provincia, región y estado actual. No todo el mundo sabemos tanto como usted. Gracias.

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