El origen de la palabra Cruzadas se debe a los soldados que acudían a Tierra Santa llevaban cruces rojas en su vestidos, escudos, estandartes, etc… a estos se les llamó «Cruzados» y a la contienda «Las Cruzadas«.
Las Cruzadas fueron un gran movimiento militar y colonizador iniciado en el siglo XI (Primera Cruzada, 1095) hasta el siglo XIII (Octava Cruzada, 1291) y cuyo fin era el proteger a los peregrinos cristianos en los Santos Lugares en lo que nació y vivió Jesucristo, principalmente del hostigamiento de los turcos. El papa Urbano II fue el que hizo el llamamiento a toda la cristiandad en el Concilio de Clemont al grito de «¡Dios lo quiere!». La mayoría de las ocho cruzadas, salvo la primera en la que se tomó Jerusalén (creando el Reino Latino de Jerusalén), fueron sonados fracasos militares. Tras la muerte del monarca francés Luis IX, San Luis, que promovió la séptima y la octava, nadie se atrevió a iniciar ninguna más. El tiempo de las Cruzadas había concluido.
En las Cruzadas surgieron las Órdenes Militares, como los templarios, hospitalarios y teutónicos.