Michelangelo Buonaroti, conocido como Miguel Ángel, nunca firmó ninguna de sus obras excepto una, «La Piedad«, una escultura realizada en mármol en 1498 y que se encuentra en la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
Según cuenta la leyenda, la escultura inicialmente no iba firmada pero el artista de Florencia se enteró que la habían atribuido a otro escultor, quizá debido a que Miguel Ángel era demasiado joven (24 años) para hacer una obra tan perfecta. Por ello una noche accedió a la escultura y talló en latín sobre la cinta que cruza el pecho de la Virgen:
«MICHAELACELUS BONAROTUS FLOREN FACIEBA»
«Michelangelo Buonaroti, el florentino, lo hizo»
Como curiosidad sobre esta obra, en 1972 sufrió una atentado de un geólogo australiano que la golpeó repetidas veces con un martillo. Desde entonces la protege un cristal .