Es cierto que en la antigüedad se tiene constancia del uso de los caballos como armas de guerra, pero estos tenían una importancia menor y nunca decisiva. A partir del Imperio Medio, los egipcios usaron los caballos en batalla para tirar de sus famosos carros de guerra. Otro buen ejemplo de esto tenemos al ejército romano, que nunca contó con la caballería como parte esencial de su ejército, cuya primacía recaía en la infantería y eras las famosas legiones, que eran las que tenían la tarea principal en las batallas… y la gloria de las victorias. Pese a todo durante los siglos se observó una cada vez mayor importancia de la caballería sin llegar a ser nunca parte primordial.
Rara vez encontramos en la edad antigua, una batalla donde la caballería fuera decisiva en el resultado final. Sólo excepciones como Adrianápolis, donde la caballería visigoda aplastó a la caballería y legiones romanas del emperador Valente, al que además le costó la vida.
Hasta entrada la edad media no comenzó a imponerse la caballería en los campos de batalla, y había una razón: hasta entonces no era fácil montar a caballo y menos hacerlo con armas pesadas. Hay que tener en cuenta que todavía no se usaban estribos ni unas monturas adecuadas por lo que mantener en el caballo portando armas (y usándolas con eficacia) era poco más que equilibristas a caballo.
Fueron los pueblos francos lo que potenciaron a gran escala el uso de estribos que transformaron a su caballería en la parte principal de su ejército. En esta situación ya eran superiores a la infantería (en potencia de armas y movilidad) y por tanto consiguieron la supremacía militar frente a otros pueblos. Un buen ejemplo de ellos es su trascendental victoria sobre los musulmanes en el 732. Tras la invasión de toda la península ibérica, los Omeya no se detuvieron, saltaron los pirineos y trataron de seguir conquistando para el Califa Andalusí, pero los francos les detuvieron en la batalla de Poitiers. En ella, la magnífica caballería pesada franca aniquiló a la caballería ligera musulmana.
La edad dorada de la caballería fue sin duda la edad media y su importancia cayó con el fin de esta era. En el siglo XVI la caballería pesada estaba obsoleta y los modernos ejércitos con nuevas tácticas podían superarla sin dificultad. Como ejemplo encontramos los tercios españoles, con nuevos conceptos de infantería que pusieron fin a la, hasta entonces, imbatible caballería francesa. Sin embargo en siglos posteriores volvería a tener su importancia en los campos de batalla. La caballería napoleónica por ejemplo tuvo vital importancia en algunas de las grandes victorias de Napoleón. Con una importancia mucho menor, aún se usó en la Primera Guerra Mundial. El canto del cisne llegó en la legendaria carga de caballería polaca en 1939 contra los blindados panzer alemanes, un hecho del que se duda que realmente sucediera. Con la segunda gran guerra comenzaba la era de la “caballería” blindada.
Bibliografía: «Breve historia de la guerra antigua y medieval» F.X. Hernández y X. Rubio
Bonito compendio de mitos y prejuicios históricos.
No, la caballería de Alejandro Magno no tuvo un papel decisivo, claro, y los catafractos persas eran poco más que equilibristas a caballo, al no contar aún con estribos.
¿Poitiers (732) una victoria de la caballería pesada? todo lo contrario fue una victoria de una todavía firme infantería contra la caballería árabe. (¿Fuentes?)
La predominancia de la caballería en la edad media, se debió a una serie de transformaciones en el plano de lo político y militar que llevaban produciéndose desde la Antigüedad tardía y derivarían entre otras cosas, en el feudalismo; el cual naturalmente, no dependió de la expansión del uso del estribo (otro mito medievalista).
Hola Julián y gracias por tu comentario. Puedes comprobar las fuentes.
saludos,
JuliánBesterino no estoy de acuerdo contigo. En las victorias de Alejandro Magno la clave fue la falange. Sin las unidades de falange armadas con sariassa Alejandro no habría ganado en Issos ni Gaugaméla.
Una de las claves de las victorias de Alejandro es precisamente la combinación de las distintas armas de su ejercito. Caballeria e infanteria, tanto ligera como pesada. La caballeria de Alejandro flanqueaba al rival y lo empujaba contra las sarissas de a infanteria pesada.