En octubre de 1871, un gran incendio asoló la emergente Chicago, destruyendo un tercio de la ciudad donde murieron varios cientos de personas. Al menos la catástrofe permitió construir el primer rascacielos al poder usar nuevos materiales más resistentes.
El desarrollo de Chicago
A lo largo del siglo XIX Chicago sufrió un crecimiento espectacular. En 1837 tenía unos cuatro mil habitantes, en 1857 ya disponía de noventa mil y en el momento del incendio contaba con trescientas mil personas. Una de las principales causas del enorme crecimiento de la ciudad fue la conquista del oeste. La situación privilegiada situada entre el Mississippi y los grandes lagos, la había convertido en la puerta hacia los nuevos territorios. La construcción de canales para la navegación y el ferrocarril, hicieron de Chicago el núcleo central para el trasporte entre el este y el oeste del país.
Consecuencias del incendio
El incendio de 1871 pudo significar el estancamiento definitivo de la ciudad, pero recibió importante apoyo, sobre todo a nivel industrial. No olvidemos que un tercio había quedado devastado, por lo que las labores de reconstrucción eran considerables. Llegaron muchos ingenieros y arquitectos. La minería y los altos hornos trabajaron a destajo para devolver a Chicago la imagen de gran ciudad. Todo se realizó muy rápido.
Las nuevas ordenanzas contra incendios implicaron el uso de estructuras metálicas en los cimientos de los nuevos edificios. Desde mediados de siglo, la llamada Segunda Revolución Industrial había provocado la aparición de nuevos compuestos industriales como el acero. Estos permitían hacer edificios más altos y así, en 1885 surgía en Chicago el primer rascacielos de la historia. El Home Insurance Building constaba de diez plantas, una altura modesta con los estándares actuales, de hecho hoy ni siquiera sería considerado un rascacielos, pero a finales del siglo XIX era toda una altura.
Expo de Chicago
Tras el incendio Chicago no solo se recuperó, sino que siguió creciendo a tal ritmo que a finales del siglo XIX ya contaba con un millón setecientos mil habitantes. En apenas sesenta años había aumentado su población en 42.500%. En 1893 fue la ciudad elegida para la celebración de la Exposición Mundial Colombina. Rivalizó con otras grandes ciudades norteamericanas pero Chicago quería demostrar al mundo que se había convertido en un referente, y qué mejor que celebrar allí los 400 años de la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo.
El fuego arrasó con todas las construcciones de madera, sinembargo en mi opinión el surgimiento de los rascacielos se debe a la invención del elevador por Otis, que presentó con bombo y platillo en la Expo de Paris, con un ingenioso mecanismo de seguridad y cambió para siempre la ecuación de valor de las construcciones.
Gracias por tu aportación Pablo. Un saludo.