El discurso de despedida del general Robert E. Lee a los soldados de su ejército, el Ejército de Virginia del Norte, después de su rendición formal 9 de abril 1865 en Appomattox Court House, que ponía fin a la Guerra Civil Norteamericana.
Después de cuatro años de arduo servicio marcado por un coraje y fortaleza insuperables, el Ejército de Virginia del Norte se ha visto obligado a rendirse ante las cifras y los recursos.
No necesito decir a los valientes supervivientes de tantas batallas combatidas, que han permanecido firmes hasta el final, que he consentido este resultado sin ninguna desconfianza hacia ellos, pero la sensación de que el valor y la devoción no podrían conseguir nada que pudiera compensar las pérdidas que supondría la continuación de la contienda, han hecho que decida evitar el inútil sacrificio de aquellos que prestaron servicios y se ganaron el afecto de sus compatriotas.
Según los términos del acuerdo, oficiales y hombres pueden regresar a sus hogares y permanecerán allí hasta el intercambio. Podéis estar satisfechos siendo conscientes del deber fielmente realizado; y yo sinceramente ruego que Dios misericordioso os bendiga y proteja.
Con una incesante admiración por vuestra constancia y devoción hacia vuestro País, y un recuerdo agradecido por vuestra consideración amable y generosa hacia mí, os saludo a todos con una cariñosa despedida.
R. E. Lee
Despedida Original (inglés)
After four years of arduous service marked by unsurpassed courage and fortitude, the Army of Northern Virginia has been compelled to yield to overwhelming numbers and resources.
I need not tell the brave survivors of so many hard fought battles, who have remained steadfast to the last, that I have consented to this result from no distrust of them; but feeling that valor and devotion could accomplish nothing that could compensate for the loss that must have attended the continuance of the contest, I determined to avoid the useless sacrifice of those whose past services have endeared them to their countrymen.
By the terms of the agreement, officers and men can return to their homes and remain until exchanged. You will take with you the satisfaction that proceeds from a consciousness of duty faithfully performed; and I earnestly pray that a Merciful God will extend to you His blessings and protection.
With an unceasing admiration of your constancy and devotion to your Country, and a grateful remembrance of your kind and generous consideration for myself, I bid you all an affectionate farewell.