Se trata de una serie de enfrentamientos entre Castilla y Aragón ocurridos entre los años 1356 y 1369. Es también llamada la guerra castellano-aragonesa. El curioso nombre de la guerra de los dos pedros provenía del nombre de los monarcas, que eran Pedro I de Castilla, ‘el cruel’ y Pedro IV de Aragón, ‘el ceremonioso’.
La creciente inestabilidad vivida en Castilla en los últimos tiempos con grandes problemas con la nobleza, unido a la histórica aspiración de la región de Murcia por parte aragonesa, que temían perder la influencia mediterránea, provocó el cruel conflicto.
La contienda movilizó grandes cantidades de soldados en ambos bandos, llegando a cifras cerca de 100.000 infantes.Pese a estas cifras, nunca fueron grandes enfrentamientos sino pequeñas razzias fronterizas. La superioridad numérica y de territorio fue inclinando el conflicto del lado castellano, al menos en sus primeros compases. Pero la guerra se generalizó entrando a formar parte de ella países como Francia, Inglaterra, Gales, reino de Granada, algunos de estos países ya inmersos en la Guerra de los Cien Años. Los aragoneses lograron equilibrar la balanza y lograr algunas victorias, como en la batalla de Araviana.
La guerra duró hasta que falleció uno de los ‘Pedros’, en concreto Pedro I de Castilla, que falleció en 1369 y con él esta guerra de reinos vecinos sin que tuviera un vencedor claro, en una clara guerra de desgaste.