Vivalvarada se llamó de está forma tan curiosa a la revolución de 1854 que llevó a España, durante el reinado de Isabel II, a un cambio de gobierno poniendo fin a la llamada década moderada.
El siglo XIX ha sido uno de los más agitados de la historia de España con numerosas revueltas y una gran inestabilidad política. En 1854 el general O’Donnell lideró una sublevación contra el gobierno moderado. Gracias al apoyo de la reina los conservadores habían gobernado de modo casi dictatorial lo que había creado un caldo de cultivo que desembocó en un levantamiento militar.
El 28 de junio de 1854 el general O’Donnell se levantó contra contra el gobierno moderado en la localidad madrileña de Vicálvaro, de ahí el nombre por la que se conoce la sublevación la Vicalvarada. Sin embargo no tuvo el éxito esperado en sus inicios, y tras enfrentarse a tropas fieles al gobierno moderado, y sin vencedor claro, se retiró ante la falta de apoyos necesarios. El éxito le llegó el 7 de julio cuando tras modificar sus planteamientos iniciales promulgaron el Manifiesto de Manzanares que atrajo a la causa a los progresistas e incluso a moderados divergentes del su gobierno. El general progresista Espartero se unió a la revuelta junto a muchos otros ámbitos de la sociedad que buscaban incentivar la industria en el país que se había estancado con los conservadores. Así Isabel II tuvo que asumir el cambio de gobierno. Comenzaba en bienio progresista.