La rebelión Satsuma de 1877 supuso el final de los samuráis. Finalizaba la extirpe de guerreros legendarios que habían dominado durante siglos el país del sol naciente.
La rebelión Satsuma
La rebelión fue liderada por Saigo Takamori y les enfrentó al gobierno central. Takamori pasó de consejero del Emperador Meiji a enfrentarse directamente a él debido principalmente a su oposición a la apertura del país a las potencias occidentales. Ultra defensor de las tradiciones ancestrales niponas, renunció al cargo junto a su emperador y se retiró al sureste del país donde fundó su propia escuela militar basada en el bushido.
El emperador prohibió el uso de espadas en público lo que era a todas luces un desafío a los sumaráis, que habían cobrado notable poder en algunas región del país nipón.
El fin de los samuráis
La confrontación era inevitable y los samuráis, en notable inferioridad, poco tenían que oponer al moderno ejército imperial. La batalla de Shiroyama fue el canto del cisne para Takamori y sus guerreros legendarios. Se celebró el 24 de septiembre de 1877 y enfrentó a lo poco que quedaba de los samuráis. Unos 400 guerreros, de los 40.000 que comenzaron la rebelión, se enfrentaron a cerca de 30.000 imperiales que además contaban con armas de fuego y artillería. Cayeron todos los samuráis a manos de las modernas ametralladoras imperiales. Desgraciadamente se confirmaba que las armas modernas en manos de soldados poco experimentados, superaban a los otrora invencibles guerreros legendarios.
Saigo se convirtió en héroe nacional y el emperador Meiji terminó «perdonando» al legendario samurái.
La película «El último Samurái» (2003) con Tom Cruise y Ken Watanabe como protagonistas, está basada en la rebelión Satsuma, aunque como suele pasar en la mayoría de estas películas, pasan muy por encima de la verdadera historia.
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Hola Carlos y gracias por el comentario. Le he dado una vuelta de corrección, saludos.