Los 12 apóstoles, era como se llamaban a las cargas de arcabuz que llevaban los soldados de los Tercios Españoles en los Siglos XVI y XVII.
Estos frascos contenían la cantidad justa de pólvora necesaria para cada disparo por lo que hacía que las cargas fueran más rápidas que hacerlo desde un frasco o cuerno tradicional (que también llevaban para cuando se les acabaran los ‘apóstoles‘).