El califa Omar (Umar ibn al-Jattab, segundo sucesor de Mahoma) en el año 634, decidió incendiar la Biblioteca de Alejandría (no era el primer incendio que sufría) y lo hizo basándose en un curioso argumento:
“Los libros de la Biblioteca o bien contradicen el Corán, y entonces son peligrosos, o bien coinciden con el Corán, y entonces son redundantes.”
La Biblioteca de Alejandría fue el mayor archivo del saber de la Antigüedad con unos 700.000 volúmenes y contenían prácticamente todo el saber de la Antigüedad. Tras el incendio fue totalmente destruida y perdidos todos lo papiros.