Para conocer de dónde proviene la palabra ‘clima‘ debemos situarnos en la Antigüedad. Desde la colonización griega por todo el Mediterráneo (a partir del siglo VIII a.C.), la necesidad de establecer rutas comerciales fue cada vez más importante para la prosperidad económica de las poléis (ciudades en plural).
Los comerciantes griegos necesitaban ubicar bien sus rutas, perder el menor tiempo posible en sus trayectos. Los mapas, aunque muy limitados, siempre fueron bienes preciados a la hora de establecer rutas marítimas o terrestres.
Eratóstenes y la latitud
No obstante, fue Eratóstenes (276-196 a.C.), uno de los bibliotecarios más famosos de la Biblioteca de Alejandría, el encargado de elaborar el mapa más exacto de la época.
El geógrafo y matemático griego estaba en las mejores condiciones para llevar a cabo la tarea. Ya había estudiado las matemáticas de la Tierra. Mediante una serie de cálculos, logró dar a conocer la circunferencia del mismo planeta (se acercó mucho a la circunferencia real). Eratóstenes también desarrolló el concepto de latitud, para poder ubicar puntos precisos en su mapa.
Hiparco de Nicea y el clima
Hacia el año 140 a.C., Hiparco de Nicea (190 a.C.-120 a.C. aprox.) desarrolló más los cálculos de Eratóstenes. Se centró en el tema de la latitud, pudiendo dividir en 360 grados toda la superficie terrestre.
Hiparco denominó klimata ,xa las líneas que dividían de grado en grado el mapa de la Tierra. A partir de la designación de Hiparco, surgió en el vocabulario romano la palabra clima, para denominar las circunstancias meteorológicas de cada región particular, ligado a la latitud.