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El «bolsillo secreto» de María Cristina de Borbón

La reina regente María Cristina de Borbón creó un fondo económico que fue creciendo durante los años de regencia y que, por «arte de magia», desapareció cuando marchó al exilio.

María Cristina de Borbón

María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (1806-1878) fue la cuarta y última esposa de Fernando VII (todas se llamaban María, por cierto) y con la que por fin logró el ansiado heredero para la Corona, heredera en este caso, y que fue Isabel II

Tras el fallecimiento de su tercera cónyuge, María Josefa Amalia de Sajonia en 1829, encontrar una nueva mujer que le diera el ansiado heredero se convirtió en un urgencia casi de estado. Así se eligió a su sobrina María Cristina, que cumplía dos de los principales objetivos: joven y borbona. Era hija de María Isabel de Borbón, hija de Carlos IV y por tanto hermana de Fernando. Tenía 22 años menos que el rey, que en 1829 contaba ya con 45.

A toda prisa se casaron en diciembre de 1829 y en marzo del año siguiente se proclamó solemnemente el embarazo de la reina, del que nació una niña, la futura Isabel II. Tenía tanta prisa el rey, que la noche de bodas fue un suplicio para la joven reina, que por otra parte no sentía ninguna atracción hacia su tío como demuestran las cartas que se escribieron antes de conocerse.

La regencia de María Cristina

Fernando VII falleció en 1833 y, dada la minoría de edad de su hija Isabel, su madre ejerció la regencia durante 7 años, hasta 1840. Durante este tiempo tuvo que sufrir la Primera Guerra Carlista (1833-1839) donde los seguidores del infante Carlos María Isidro, hermano del difunto Fernando VII, defendían su derecho al trono en lugar de su hija Isabel, algo que había perdido tras la controvertida Pragmática Sanción.

Pragmática Sanción de 1830

Habilitaba a su hija Isabel a heredar el trono, que desde 1713 con la Ley Sálica de Felipe V, impedía a las mujeres reinar en España. En 1789, Carlos IV ya trató de anular esta ley, pero su pragmática no llegó a publicarse y por tanto no se aplicó. El nacimiento de una niña aceleró la necesidad del rey de aplicarla, siendo publicada en abril de 1830. Esto supuso el fin de su hermano como heredero al trono, lo que provocaría las Guerras Carlistas durante gran parte del siglo.

La regente, que no tuvo más remedio que apoyarse en los liberales durante su regencia, algo que resultaba muy sorprendente, se mantuvo en el poder hasta 1840, cuándo fue obligada a exiliarse por parte de Baldomero Espartero que la sustituyó en la regencia hasta la mayoría de edad de la reina.

En esos 7 años de regencia la borbona logró llenar el «bolsillo secreto», (también conocido como caja del real bolsillo secreto) con más de 3.700.000 de reales, lo que era una auténtica fortuna. Cuando comenzó su exilio, el nuevo responsable de patrimonio descubrió que esté bolsillo estaba vacío y que María Cristina se había llevado todos los fondos a París. Incluso había firmado una carta eximiendo de responsabilidad a Manuel Gaviria, encargado financiero de la caja secreta y que este usó para defenderse cuando le pidieron las debidas explicaciones. 

 ¿Qué hizo con todo ese dinero?

 No se sabe a ciencia cierta en qué se gastó la enorme fortuna, aunque no podemos olvidar que tenía que mantener a ¡8 hijos! que había tenido con el militar Fernando Muñoz. Se habían casado en secreto en diciembre de 1833 ya que las cortes debían aprobar un casamiento real. De hecho cuando se supo del matrimonio morganático con Fernando, Espartero forzó el final de su regencia.  

Otra de las posibilidades sobre el destino del dinero, al menos una parte, es su uso contra los partidarios carlistas tratando de proteger la legitimidad de su hija Isabel. También pudo entregar parte en ganarse los favores de muchas personas debían apoyar a su hija en España. 

Maria Cristina de Borbon
Los dos esposos de María Cristina de Borbón, Fernando VII (izq.) y Fernando Muñoz (dch.)

Es probable que nunca sepamos realmente lo que sucedió con todo ese dinero. Durante los siete años de regencia fue recurriendo a esos fondos de manera habitual y sin control ni justificación. Y eso que las propias Cortés habían asignado a María Cristina una pensión anual de viudedad de más de tres millones de reales tras dejar la regencia.

Lo que hoy sabemos es el enorme deseo de enriquecerse que siempre buscó la reina Regente como confirma su biógrafo Natalio Rivas. Existen evidencias de algunos cargos durante la regencia imputados al bolsillo secreto, donde los de mayor cuantía eran siempre referentes a joyas, como un gran collar de perlas en el que se gastaron 460 mil reales en 1835.  

Tales fueron los chanchullos de la regente, que incluso desapareció el documento donde se mostraba las particiones de la herencia de Fernando VII. Su razones tendría, pues estaban incluido el reparto económico de los 141 millones de reales que había dejado el fallecido rey. 

La madre de la reina regresó a España en 1844 cuando Isabel II fue designada mayor de edad, al mismo tiempo que Espartero abandonaba el país rumbo a su exilio en Londres. Tras La Vicalvarada de 1854 tuvo que marcharse de nuevo al exilio. Cuando la muchedumbre asaltó el palacio de María Cristina le lanzaban gritos de «ladrona» .

«¡Muera Cristina, la muy ladrona 

muera su nuevo duque de pega!»

Gritos de los asaltantes al palacio de María Cristina

Exilio definitivo en Francia

De nuevo en París, y siempre acompañada de su amado Fernando Muñoz, residieron en la Malmaison, palacio que adquirieron en 1842 y que había pertenecido a la emperatriz Josefina, la primera esposa de Napoleón Bonaparte.

Vivió el resto de sus días en el país vecino y solo estuvo en España en situaciones especiales, como cuando su nieto Alfonso XII accedió al trono. Odiada por el pueblo y con complicadas relaciones con su hija y su nieto, murió en 1878. Su cadáver descansa en el Panteón de Reyes del Monasterio de El Escorial.​

Bibliografía: «La reina de oros» (José María Zavala)
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5 COMENTARIOS

  1. Enhorabuena por tu blog. Es muy agradable el diseño claro y limpio. Y el contenido está expuesto de modo muy ameno. Me suscribo. Gracias.

  2. Buenas noches . Ante todo agradecida.
    Feliz, emocionada .
    Y en éstos momentos, sin palabras.
    Me encanta toda la información que ofrece.
    IMPRESIONANTE.
    Reciba mi enhorabuena y un cordial saludo.
    Gracias

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