Nos remontamos, como suele ser habitual en nuestras curiosidades de la historia, a la Roma antigua. Allí se referían a los ‘candidatus‘ para referirse a los aspirantes a un cargo público.
Esta palabra proviene del latín ‘candidus‘ que hace referencia al blanco de las togas de los aspirantes a los cargos. De esta manera mostraban su pureza y buenas intenciones.
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