Heroínas en la Historia del Arte: La Roldana

Luisa Ignacia Roldán (Sevilla, 1652 – Madrid ca. 1704), La Roldana, es considerada una de las principales escultoras religiosas del Siglo de Oro en España.

Hija de Pedro Roldán (1624-1699), que ya había sido aprendiz a su vez de Alonso de Cano (1601-1667), este escultor es conocido por dar nacimiento al modelo de imagen colectiva del Entierro de Cristo, difundido por Europa y Latinoamérica y por formar a sus hijas en su taller, uno de los más prestigiosos en su Sevilla natal.

Luisa ayudaba a su padre con las pinturas y los materiales y él las enseñaría a pintar, dibujar o moldear creciendo en el entorno de la escultura religiosa, de tal forma que la expresividad, la armonía y la emoción que muestran sus obras están en total acuerdo con las directrices del Concilio de Trento, que claman sobre la humanización de las imágenes. Es conocida internacionalmente con el sobrenombre de La Roldana o Luisa de Roldán.

En 1671 se casa en contra de la opinión de su padre con otro de los aprendices, Luis Antonio Navarro de los Arcos (1652-1711) y su padre le negará toda ayuda

Esto provoca que ella se independice y cree su propio taller en el que su marido trabajará en colaboración como pintor u estofador en la gran mayoría de sus obras siendo ella la escultora. En general, su mundo fue muy brillante en lo profesional pero muy complicado en lo familiar, llegando a tener que declararse en situación de pobreza en 1706, pocos días antes de su muerte.

Estas dos imágenes son veneradas en la Catedral, y salen los días de su fiesta y en la solemnidad del Corpus en Santa Procesión. Imágenes modelos de belleza, de dulzura en la expresión y sobre todo de elegancia, el cabildo diocesano pagó nada más y nada menos que 13.000 reales de vellón en su momento a la que era la única mujer escultora conocida (y reconocida) de nuestro país.

Los Santos Patronos aparecen recién salidos de la niñez con un traje de soldados romanos, primitivamente fueron de color verde claro, al igual que San Miguel. Cornelio Schut, sucesor de Juan Valdés Leal en la presidencia de la Academia de Bellas Artes sevillana (fundada por Murillo) también pintó a los Santos niños con estilo y colorido semejante al de la Roldana, pero con un aspecto más juvenil.

La imagen era utilizada como vía para transmitir el mensaje pedagógico promovido tras el Concilio de Trento, y respondiendo a esta idea, las imágenes religiosas estaban hechas para emocionar y acercarse al público tal y como vemos en la maravillosa imagen de los Primeros Pasos de Jesús, en donde vemos a la Sagrada Familia como si fuese la nuestra propia.

El Barroco fue la época de la Imagen por excelencia

Con este tipo de obras de La Roldana, ayudará a legitimar el uso de imágenes religiosas y permitirá al pueblo a familiarizarse con las verdades de la fe. A través de esas ideas, Luisa crea imágenes al estilo del llanto barroco, dotando una expresividad y delicadeza sin parangón a sus creaciones.

De sus primeros tiempos en Cádiz destaca el Ecce Homo firmado en 1684 para la Catedral de la Santa Cruz de Cádiz, realizado en madera policromada, reviste ya el naturalismo andaluz a través del tratamiento dramático de Cristo, que muestra todas las marcas del sufrimiento en las torturas infligidas en los ojos rasgados, las cejas arqueadas o la boca al punto del desfallecimiento, que al igual que la imagen anterior, nos va a trasladar al momento por el que está pasando Jesús antes de fallecer en la cruz.

En 1689 La Roldana se muda a Madrid con su marido para tratar de entrar como escultora de Cámara en la Corte de Carlos II (algo impensable por ser mujer) pero contra todo pronóstico lo consigue en 1692 por méritos propios y para lo cual le es concedido un sueldo de 100 ducados anuales (aunque sufriría mucho para cobrarlos).

La imagen de San Miguel matando al dragón es una de las que más disfruto cuando realizo mi labor como guía e historiadora en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, os explico el por qué: Resulta que con el paso del tiempo, su marido se había mostrado como el “personaje” que era en realidad (maltratador, borracho y mala persona) y cuando Luisa recibe el encargo real de Carlos II de realizar la obra El Arcángel San Miguel con el Diablo a sus pies para el conjunto del Monasterio de San Lorenzo del Escorial ella le pondrá su cara a San Miguel y la de su marido al Diablo.

Los ángeles, que son considerados seres asexuados, le dan la ocasión ideal a la escultora para representarse como clara vencedora (tanto personal como profesionalmente), blandiendo la espada y venciendo al demonio hombre de su marido. El Arcángel San Miguel ataca con arma al demonio, ya vencido y encadenado, mostrando la victoria.

Realizada en el mismo año de su nombramiento como Escultora de Cámara de Carlos II y considerada su obra más emblemática (así como la única en la técnica hispánica internacionalista del palacio-convento de la sierra de Madrid), esta va a ser decisiva en su continuidad como escultora real: la imagen del Arcángel San Miguel se muestra a escala mayor del natural con colores brillantes pero mates, según la idea dramática y de acuerdo con el ambiente monacal del Monasterio.

Con la llegada en 1701 de Felipe V a España, Luisa Roldán le solicitará continuar con su cargo de escultora real y le ofrece dos obras (un nacimiento y un Entierro). En esta fase final, sus figuras son principalmente grupos escultóricos en barro policromado del gusto borbónico y gran cantidad de figuras para el duque del Infantado. La Roldana alcanzó por méritos propios ser la primera escultora de la corte del último de los Austrias y del primero de los Borbones

La Roldana fue nombrada “Accademica di Merito” por la Accademia di San Luca de Roma el mismo día de su fallecimiento, algo reservado una vez más a muy pocas mujeres. Es considerada el emblema de la Magnificencia de la Escultura por su gran calidad, así como por su independencia, lucha y fuerza interna propia, que actuó con toda la independencia que pudo respecto a las jerarquías y reconocida a nival internacional por su gran calidad. Una auténtica Heroína en la Historia del Arte.