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El Muro de las Lágrimas, el recuerdo del presidio de las islas Galápagos

Con un testigo de excepción como El Muro de las Lágrimas, es difícil imaginar que un lugar tan paradisíaco como las islas Galápagos fuera en unos tiempos no muy lejanos una cruel prisión. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial el gobierno ecuatoriano decidió enviar a varios cientos de condenados a una de las islas del archipiélago.  

El Muro de las Lágrimas es lo único que queda lo que fue una colonia penal donde cerca de 300 presos realizaron trabajos forzados, entre los que se incluyó levantar el propio muro. De unos 100 metros de longitud y 6 de altura, los reos tuvieron que construirlo con sus propias manos, formado por bloques de rocas volcánicas que debían transportar desde otros lugares de la isla. No hubo razón de su construcción más allá de mantener a los presos ocupados y de paso lastrar sus energías para evitar posibles motines.    

Las islas Galápagos

El archipiélago de las Galápagos es la segunda reserva marina más grande del planeta y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1978. Situada en el Océano Pacífico a unos 1000 kilómetros de las costas ecuatorianas, está formado por numerosas islas, de las cuales 22 son consideradas de tamaño medio o grande y más de un centenar de pequeños islotes. De todas ellas se eligió la isla Isabela, la más grande, para albergar el presidio. Esta isla apenas tenía una población de unos 70 habitantes, la mayoría asentados cerca del puerto y dedicados a la pesca. 

El Muro de la Lágrimas no tenía ninguna función salvo mantener entretenidos a los presos

Colonia Penal Agrícola

Tras la Segunda Guerra Mundial, aprovechando una serie de asentamientos que había construido el ejército norteamericano durante el conflicto mundial y ante la falta de infraestructura en el país, el presidente ecuatoriano José María Velasco decidió crear en un lugar tan inhóspito esta cárcel en 1946, llamada Colonia Penal Agrícola. Algunas referencias indican que la razón principal era asegurar la soberanía de las islas. Durante los dos conflictos mundiales, los Estados Unidos habían descubierto el poder estratégico de las islas como protección del Canal de Panamá.  

muro de las lagrimas

El 23 de julio de ese mismo año llegaban los primeros reclusos, unos 180 en un primer barco. Debían vivir en aquellos restos de campamento militar, construido principalmente de madera y situado unas 4 horas a pie desde el puerto.

El final del Muro de las Lágrimas

La prisión estuvo vigente durante 13 años, poniendo punto y final en 1959, bajo la presidencia de Camilo Ponce Enríquez. Una de las principales razones fue la campaña de presión que realizaron los habitantes del lugar.

Los intentos de fuga de los reclusos fueron habituales aunque ninguno tuvo éxito. El más importante sucedió en febrero de 1958, cuando los presos bajo el plan de uno al que llamaban «Patecuco», apresaron a los miembros de la Guardia Civil que los custodiaban y los suplantaron con sus ropas y armas. Tomaron el puerto y tras unos días se embarcaron en una pequeña barca de pesca destino a la isla de Seymur Norte, frecuentada por turistas extranjeros. Allí se hicieron con una embarcación de recreo de bandera norteamericana obligándoles a llevarles al continente. Una vez allí la embarcación dio la voz de alarma a las autoridades y todos los reos fueron apresados en poco tiempo.

Tras desmantelamiento, se decidió mantener el muro como recuerdo de los reclusos que perecieron en su construcción. Actualmente el Muro de las Lágrimas es solamente un macabro recuerdo de los que convirtieron un paraíso en un presidio y lugar de atracción turística de la zona, donde la gente se suele fotografiar con los restos de la construcción. 

«En este lugar, entre 1946 y 1959, funcionó la tristemente célebre colonia penal de Isabela en aquellos tiempos Galápagos no era el lugar que hoy valoramos, sino un lejano retiro para aventureros o tenebroso destino para desterrados, presos políticos y delincuentes comunes.

El muro de las lágrimas es la única evidencia de que queda de un campamento penitenciario donde el abuso del poder terminó con la vida de muchos condenados.

Está inútil construcción es conservada en recuerdo del sufrimiento de quienes fueron forzados a construirlo, en un momento histórico del Ecuador que jamás volvió a repetirse.»

(Cartel junto al muro)

muro de las lagrimas
Cartel junto al Muro de las Lágrimas
Bibliografía: «Documental: el Muro de las Lágrimas de Galápagos» (Jorge Javier Prigann)
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