La Bula de Oro eran documentos oficiales emitidos en la edad media en el Imperio bizantino. Más tarde fueron adoptadas también en occidente, destacando las bulas Papales y las Imperiales. En aquellos documentos de especial importancia se usaba oro en el sello.
La palabra proviene del griego bulla, que significa objeto redondo y había referencia al sello que acompañaba a los documentos importantes del imperio, por ejemplo la concesión que en 1082 hizo el emperador Alejo I a Venecia sobre sus derechos comerciales en el imperio Oriental.
Las primeras bulas se remontan a los Etruscos. La tradición era que los niños recibían una bula o medalla que consagraban a los dioses al llegar a la adolescencia. Plutarco o Plinio el Viejo hacían referencia a medallas similares en sus escritos.
La bula de oro emitida por el emperador de Sacro Imperio Romano Carlos IV en 1356 es probablemente la más famosa. En ella que se establecía la el sistema de sucesión imperial donde los siete príncipes electores obtenían el derecho de elegir al emperador. Esta es probablemente la bula de oro más importante de todas la que se emitieron desde los tiempos de Constantinopla. Estaba coronada por un imponente sello de oro como el que vemos en la parte inferior.