El año 69 d.C. es conocido como año de los cuatro emperadores, ya que en ese año hasta 4 emperadores distintos se alzaron con el título del imperio:
- Galba
- Otón
- Vitelio
- Vespasiano
Tras el suicidio de Nerón, en el año 68 d.C. el Senado nombró a un patricio llamado Galba que había gobernado la Tarraconense que había estado enfrentado al emperador. Se ponía fin a la dinastía Julio-Claudia y comenzó un periodo de guerra civil. El nuevo emperador fue asesinado a los 7 meses de mandato por lo partidarios de Otón, atrayendo para sí el apoyo de los partidarios de Nerón. El Senado elevó a Otón como emperador pero solo duró 2 meses, ya que varios senadores se rebelaron apoyando a Vitelio. En diciembre del año 69 las tropas de Vespasiano vencieron a las de Vitelio y le asesinaron.
Vespasiano fue último de los cuatro emperadores y el que trajo, por fin, la estabilidad. En diciembre del 69 llegó al trono y dio comienzo la dinastía Flavia. Falleció en el año 79 y le sucedieron sus hijos, primero Tito y después Dominicano. Daba comienzo al poder de las aristocracias provinciales. Por primera vez las oligarquías municipales alcanzaban el máximo poder en Roma.
Además de estabilizar el Imperio, logró un gran crecimiento económico y mejora de la administración imperial. Pacificó Britania, estabilizó el lime en el Danubio y acabó con la Rebelión Judía, que tras el saqueo de Jerusalén provocó la destrucción del Templo de Salomón. Vespasiano comenzó la construcción del Coliseo de Roma (Anfiteatro Flavio), obra que concluyó su hijo Tito. Por cierto, ¿sabes que a Vespasiano se le asocia la frase de ‘‘un día perdido‘?.