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Las incógnitas de Juan José de Austria, desde el reconocimiento hasta su testamento

Juan José de Austria (1629-1679) fue un hijo ilegítimo que tuvo Felipe IV con la actriz y cantante de teatro María Calderón, «la Calderona», y que se convirtió por méritos propios en un personaje trascendental al final del reinado de Felipe IV y, sobre todo, durante el reinado de su hermanastro Carlos II.

María Calderón la calderona
La actriz de teatro María Calderón, «la Calderona», madre de Juan José de Austria

La primera incógnita aparece en el momento que fue reconocido por Felipe IV a la edad de 12 años. Antes había sido educado en León por los jesuitas, pues su futuro era dedicarse a labores eclesiásticas como solía suceder con la mayoría de los hijos ilegítimos de las grandes personalidades.

Juan José de Asutria era un «hijo de la tierra»

Pero Juan «hijo de la tierra» (que era lo que se ponía en las partidas de nacimiento de niños de padre desconocido) se convirtió en don Juan José de Austria y comenzó a recibir una educación acorde, la dignidad de príncipe y fue nombrado prior de la Orden de San Juan.

Felipe iv
Retrato de Felipe IV

Las relaciones de Felipe IV

Felipe IV se casó dos veces, primero con Isabel de Borbón con la que tuvo 11 hijos, de los que no sobrevivió ningún varón, y después con su sobrina Mariana de Austria, con la que tuvo seis, aunque sólo sobrevivió un varón, el futuro Carlos II. Además tuvo numerosas relaciones extramatrimoniales, de las que se le asocian casi una treintena de hijos (quizá algo exagerado), aunque lo más curioso es que de todos, solo reconoció en vida a Juan José (también lo hizo con otro de sus hijos, pero ya fallecido).

¿Por qué legitimó a don Juan José de Austria?

Sobre la razón por la que el monarca decidió reconocerlo existen diferentes hipótesis. La situación política de la monarquía hispánica era muy compleja, casi desesperada. En los años 40, las tensiones y los conflictos eran numerosos en lugares como Flandes, Cataluña o Portugal, a lo que se unía las interminables guerras contra Francia. El rey había perdido un año antes a su mano derecha, su hermano Fernando de Austria, el Cardenal-Infante. El rey necesitaba un personaje de confianza a su lado para dirigir los ejércitos en las numerosas empresas que se presentaban, quizás incluso buscaba otro don Juan de Austria, como había tenido Felipe II.

Felipe IV y Juan José de Austria
Felipe IV y su hijo Juan José de Austria

Don Juan José tuvo muchas misiones militares y políticas, desde comandar la Armada en Sicilia y Nápoles, hasta liderar los ejércitos de la Monarquía Hispánica en la mayoría de los puntos conflictivos, y no eran pocos, como Flandes, Cataluña o Portugal. Además ocupó el cargo de virrey en Flandes, Sicilia o Aragón, este último fue su gran bastión, donde se resguardó en los momentos más críticos.

19 de septiembre de 1665, muere el rey

Los problemas para don Juan José llegaron en 1665 con el fallecimiento de su padre. Su hermano Carlos solo tenía 4 años y se formó un Consejo de Regencia liderado por su madre Mariana de Austria. Pronto surgieron los problemas del bastardo, tanto con la Reina Madre como con sus validos o favoritos. Primero con Nithard y después con Fernando de Valenzuela. Aunque el rey había tenido a Juan José mucho antes de casarse con Mariana de Austria, la Reina Madre siempre le quiso lejos de la Corte.

Nithard, el confesor de la Reina Madre

Juan Everardo Nithard era un jesuita austriaco y confesor de Mariana de Austria. El favorito recibió honores como ser nombrado Inquisidor General (despojando de ello al Arzobispo de Toledo). Su nombramiento y acceso a los Consejos incumplía el testamento del rey debido a su condición de extranjero. La tensión llegó hasta el punto que dictaron una orden de detención contra Juan José y mataron a su secretario. Entre el caos se resguardó en Cataluña y, llegado el momento propicio, regresó a Madrid rodeado de un ejército, obligando a la Reina Madre a prescindir del impopular Nithard. Muchos lo consideran un pronunciamiento.

Valenzuela y la Revuelta de los Grandes

Con el nuevo favorito, Fernando de Valenzuela, la cosa no mejoró y la tensión llegó de nuevo al límite. Pertenecía a la baja nobleza y la mayoría de las grandes casas nobiliarias le veían como un advenedizo, por lo que apoyaron a don Juan José (al que también temían). Fue la llamada Revuelta de los Grandes, un manifiesto firmado en 1676 por 25 grandes nombres (entre ellos los Alba, Infantado, Medina Sidonia, Villena, Oñate, Monterrey,…) que solicitaba apartar del rey a su madre y a Valenzuela, y «Conservar la persona del Señor don Juan al lado de Su Majestad«.

Carlos II, mayor de edad

En 1675 Carlos II había alcanzado la mayoría de edad aunque la Junta de Regencia se alargó dos años más como ayuda al inexperto monarca. Pero los desastres militares y económicos, la propaganda que el propio don Juan José había difundido contra la regente («corrían» por toda la corte pasquines difamatorios financiados por Juan José) y el manifiesto firmado por los grandes nobles, lograron convencer al monarca y el bastardo sustituyó al binomio Mariana de Austria-Valenzuela.

«Entró a gobernar Su Alteza haciendo oficios de padre
[…] curará con propiedad
achaques de mal de madre»

(Copla a favor de Don Juan de Austria)

Don Juan José accedió al puesto de primer ministro. La Reina Madre fue expulsada de la corte rumbo a Toledo e igualmente salió su favorito, Valenzuela, del que además se le despojó todos sus títulos.

Carlos II, Don Juan José de Austria y Mariana de Austria
Don Juan José de Austria entre su hermanastro Carlos II y la Reina Madre, Mariana de Austria

Proyecto reformista de don Juan José de Austria

Todo el poder quedó en manos de don Juan José, que pudo iniciar un ambicioso proyecto reformista para tratar de solucionar los problemas endémicos del país, sobre todo la inflación y la crisis de la hacienda. Pero en dos años y medio que estuvo al frente, sus reformas apenas tuvieron consecuencias inmediatas, aunque puso las bases para el futuro.

Durante ese tiempo creó una Junta de Comercio y una Junta de la Moneda. Trató de disminuir el número de funcionarios en la administración así como limpiarla de corrupción. También intentó reducir los clérigos en la Iglesia y limitar el poder de la Inquisición. Trató de mejorar el maltrecho ejército, diezmado por tantas guerras y la falta de recursos. Este periodo político fue un polo de atracción para los Novatores, un colectivo que trataba de impulsar en España un cambio cultural y científico, acorde con los nuevos impulsos que se vivían en Europa. Vieron en don Juan José una gran oportunidad pero, aunque tampoco se cumplieron sus esperanzas, podemos decir que durante este tiempo se sembraron los cambios que estaban por venir y que se profundizaron a lo largo del siglo XVIII.

Enfermedad y fallecimiento

Es probable que hubiera creado demasiadas expectativas, por lo que al no verse cumplidas tanto el pueblo de Madrid como su propio hermano se olvidaron de él. Además sus enemigos, gran parte de la nobleza, aprovecharon para atacarle, sobre todo mientras la enfermedad le debilitaba. Comenzó a sentirse indispuesto en julio de 1679, dos meses antes de fallecer.

Don Juan José de Austria a caballo
Don Juan José de Austria a caballo

Don Juan José de Austria falleció el 17 de septiembre de 1679, casualmente el mismo día que su padre 14 años antes. La autopsia reveló varias piedras en su vejiga, algunas del tamaño de una nuez.

La reacción de su hermano Carlos fue realmente lamentable, pues ni le visitó cuando estaba convaleciente ni siquiera fue a velar el cadáver. El pueblo de Madrid, que ya no le tenía como un mesías salvador, tampoco estuvo a la altura. Estaba demasiado ocupado en los preparativos de la boda real, pues el rey Carlos se casó un mes después con María Luisa de Orleans.

Don Juan José de Austria falleció un 17 de septiembre, el mismo día que lo había hecho su padre 14 años antes

Las incógnitas de su testamento

Sobre su testamento hay varias anécdotas. La primera es que, a diferencia de la mayoría de los validos anteriores, don Juan José de Austria no tenía prácticamente bienes personales. Él no se había aprovechado de su cargo para enriquecerse.

En su testamento, que había firmado una semana antes de su muerte, nombraba heredero universal a su hermano Carlos y, curiosamente, este debía elegir una de las joyas de sus pertenencias y entregársela a su madre Mariana de Austria. Es extraño está cláusula del testamento y difícilmente explicable, a sabiendas que Mariana de Austria había sido su gran enemiga.

Entre las pocas pertenencias le dejó una cruz de plata a su hija, Margarita de la Cruz de Austria, monja del convento de las Descalzas Reales. Margarita habría sido fruto de una relación con una sobrina del pintor José de Ribera durante su estancia en Nápoles.

Don Juan José de Austria
Don Juan José de Austria

En otra de las cláusulas debían pagar 3 meses de sueldos a sus sirvientes y además, solicitaba a su hermano Carlos que no les abandonara y que les diera trabajo. También pedía que usaran parte de su dinero para sufragar los gastos del entierro y las misas por su descanso eterno.

Desde luego don Juan José de Austria fue una de las personalidades más importantes de la Edad Moderna en la Monarquía Hispánica, un personaje polémico y ambicioso pero también carismático, que logró hacerse con un buen número de seguidores que apoyaron su causa y, en igual medida, una buena partida de enemigos que aprovecharon sus momentos débiles para acusarle, exageradamente, de todos los males del país.

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