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Un demente llamado Calígula

Calígula, como se conoce a Cayo Julio César Augusto Germánico, el que fue tercer emperador del Imperio Romano y que pasó a la historia por ser uno de los peores y probablemente el más cruel y el más sanguinario de todos. Un personaje cuyo sobrenombre le vino de cuando su padre, el general Germánico, le vestía de legionario siendo un niño, como ya hablamos en este artículo.

Durante los casi 4 años que duró al frente del mayor imperio de la época, realizó toda serie de vejaciones y torturas a unos y otros. Incluyendo a su propia familia, como su hermana preferida, Drusila, con la que mantenía relaciones sexuales desde niños y que terminó causándole la muerte, quizás por estar embarazada de él mismo. También se decía que manteniente relaciones con su otras dos hermanas, Agripina y Julia Livila.

No dudaba en obligar a las esposas de los patricios, a tener relaciones sexuales con él, incluso el mismo día de su boda. En una ocasión se le ocurrió ofrecer a las damas romanas de la alta sociedad para que se prostituyeran en los burdeles, además a precio bajo, de esa forma cualquier persona indeseable o incluso mendigos, podían disfrutar del cuerpo de una auténtica patricia romana.

«Ojalá Roma fuera una mujer, para así decapitarla y violarla mientras la sangre mana de su herida…» 

Calígula

Los asesinatos fueron una de sus preferencias habituales. Mandaba asesinar a cualquiera y casi por cualquier motivo. Durante el luto por la muerte de su hermana Drusila, prohibió a todos reírse, bañarse, o tener relaciones sexuales, bajo pena de muerte. Le gustaba obligar a los padres de los condenados a presenciar las ejecuciones. Cuando alguien le negaba algo, como un favor sexual fuera hombre o mujer, también recibían la pena capital.

Las torturas y vejaciones eran comunes alrededor de sus grandes banquetes, incluso con decapitaciones a modo de espectáculo en las cenas, para «disfrute» de sus invitados.

Como no podía ser de otra forma, terminó siendo asesinado por su guardia pretoriana. Ese mismo día, proclamaron como emperador su tío Claudio, el único de la dinastía que había podido sobrevivir, ya que fue quitándose de en medio cualquier posible pretendiente al trono. La única razón fue que le hacían gracia sus taras: era cojo, tartamudo y, al parecer, sufría ataques epilépticos.

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4 COMENTARIOS

  1. Diós Santo! Que loco este Calígula, no?!
    Otra estória deste tipo es que era calvo así como que tenía un platito en la cabeza y era considerado un delito mirar directamente su calvicie…Aunque que Calígula era muy alto…
    Felicito a Rubén por el buenísimo sítio…Muuuuuy bueno!
    Soy brasileño y lo sigo siempre!

    Saludos desde Amazonas/Brasil
    Abrazos del amigo Juan.

    * João Bosco.

  2. … O sea que ni el mismísimo Idi Amin le superó en lo cruel y sanguinario. Que interesantes datos, muy buen aporte cultural Amigo Rubén.
    Un Saludo desde Copan Honduras.

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