En el año 476 este germano de origen huno al mando de los Hérulos (tribu proveniente de Escandinavia), ponía fin a uno de los imperios más fascinantes de la historia, el Imperio Romano (en su versión occidental) ponía su punto final con Rómulo Augusto Augústulo, el joven y frágil último Emperador. Con este acontecimiento comenzaba la Edad Media.
Tras deponer a Augústulo, Odoacro en vez de nombrarse emperador o rey prefirió el vasallaje de Oriente y el emperador oriental Zenón I lo reconoció nombrándolo patricio romano. Finalmente en el 487 el ostrogodo Teodorico ‘el Grande‘, en coalición con el Imperio de Oriente, derrotó y asesinó a Odoacro.