Los arqueros ingleses y galeses fueron una auténtica tropa de élite en la edad media, lo que provocó la supremacía de los ejércitos británicos en muchas e importantes batallas.
En los primeros siglos de la Edad Media (alta edad media) los grupos de arqueros no tuvieron mucha influencia en los ejércitos europeos, donde la caballería se imponía siempre en batalla. Pero a finales de la Edad Media, siglos XIV y XV, esto iba a cambiar gracias a los arqueros que tuvieron gran impacto sobre todo en algunas batallas de la Guerra de los Cien Años. La razón era la práctica, cosa que los ingleses comprendieron a la perfección, por ejemplo entrenando a sus campesinos o creando torneos, así disponían de una excelente tropa auxiliar.
Estos arqueros estaban bien pagados para la época y además disponían de buen material. El arco era largo, medía cerca de 2 metros y estaba construido en madera de tejo u olmo. Podían lanzar a más de 200 metros y eran capaces de lanzar 10 flechas en un minuto, muchas más de los que podía lanzar por ejemplo un ballestero de la época.
Las batallas de Crecy (1346) o Agincourt (1415) fueron dos buenos ejemplos del impacto de los arqueros ingleses en batalla. Por ejemplo en esta última hasta dos tercios del ejercito inglés estaban formados por arqueros. Los franceses sufrieron una colosal derrota pese a que tenían una significativa superioridad numérica (se estima que hasta seis veces más). Los arqueros ingleses masacraron a la caballería francesa, que fueron rechazados carga tras carga hasta perder a más de mil nobles.