El 25 de diciembre se celebra el día de Navidad que conmemora el nacimiento de Jesucristo. Es una fecha muy importante para los cristianos pero realmente no fue el día en el que nació, sino la elegida para su celebración. Sobre la fecha en que nació se desconoce, la Biblia no habla de ello y bien pudo ser en marzo, en mayo,… quién sabe.
Solsticio de invierno
El solsticio de invierno es el día 21 de diciembre en el hemisferio norte (en el hemisferio sur es en junio), y es la noche más larga del año (y el día más corto) ya que la tierra recibe menos rayos solares por su inclinación.
El solsticio de invierno era celebrado por muchas religiones y culturas antiguas, y por supuesto por los romanos, de donde proviene la tradición occidental.
Las Saturnales
Originariamente los romanos celebraban las Saturnales, o la Saturnalia, en honor a Saturno. Era entre el 17 y el 23 de diciembre y los días ponían fin a la oscuridad. Finalizaba la siembra del campo y a partir de entonces los días eran más largos. Había la costumbre de intercambiar regalos, liberar esclavos y celebrar con grandes comidas estas fechas (¿os va sonando?).
El solsticio de invierno era celebrado por muchas religiones antiguas y por supuesto por los romanos
Sol Invictus
Más adelante, en Roma comenzaron a celebrar el Sol Invictus, culto oficial bajo Aureliano en el año 274 d. C. De origen en el mitraísmo, muy arraigado en el ejército, se celebraba el solsticio de invierno entre el 20 y el 23 de diciembre, momento en que el sol vence a la oscuridad (con días más largos). En muchas monedas los emperadores aparecían con su efigie con la corona solar.
El cristianismo y el paganismo
Y aquí es donde aparece su relación con el cristianismo. Surgido en los primeros tiempos de nuestra era, la realidad es que en los siglos III y IV, el cristianismo todavía debía competir con el paganismo, muy extendido en el mundo romano. Para lograr el arraigo de las tradiciones cristianas en la vida social de un mundo que todavía rendía culto a muchos dioses, decidieron cristianizar aquellas festividades que llevaban siglos celebrándose (como hicieron también con el Halloween celta y el día Todos los Santos).
El Sol Invictus fue un puente entre el paganismo y el cristianismo. A medida que este último fue imponiéndose, primero con Constantino tras el Edicto de Milán (313) y finalmente con Teodosio, que convirtió el cristianismo en la religión oficial del imperio mediante el Edicto de Tesalónica del año 380, se ponía fin (casi) definitivo al paganismo.
En el año 350, el papa Julio I fue el primero en solicitar que fuera el 25 de diciembre la fecha del nacimiento de Jesucristo, que se hizo oficial en el 354 bajo el pontificado de Liberio.
La era cristiana
El nacimiento de Jesús se tomó como origen para la era cristiana, a la que nos referimos cuando hablamos de antes o después de Cristo. Calculado por Dionisio el Exiguo partiendo del año 753 de la fundación de Roma. Sin embargo se ha demostrado que el Exiguo se equivocó algunos años, ya que Herodes, rey de Judea, vivió en la época de Jesucristo y este murió en el 4 a. C., por lo que el nacimiento de Jesús fue, probablemente, algunos años antes de este hecho.
Y así comenzó a celebrarse la Navidad, que proviene del latín nativitas (nacimiento), y que a lo largo de la Edad Media se fueron enriqueciendo las celebraciones y las manifestaciones artísticas, evolucionando hacia un acto social y familiar como lo hacemos hoy en día. El periodo de Adviento, de adventus (llegada), que los cristianos celebran las semanas previas al 25 de diciembre, es una etapa de preparación espiritual al nacimiento de Jesús, que culmina con las celebraciones de Nochebuena y Navidad.