¿Qué pueden tener en común 9 personajes tan distintos para ser únicos? Andrew Roberts nos muestra que todos ellos tuvieron unas cualidades que les permitió imponerse para llevar a cabo sus metas hasta las últimas consecuencias, lo que llama el paradigma del liderazgo.
Título: ‘El liderazgo en guerra’
Autor: Andrew Roberts
Año: 2022
Editorial: Ciudadela Libros
Andrew Roberts (1963) es un historiador, periodista y destacado biógrafo inglés. Entre sus obras destacan las vidas de personajes como Churchill o Napoleón, o La Tormenta de la guerra sobre la Segunda Guerra Mundial. También ha escrito sobre las relaciones entre líderes, como Napoleón y Wellington o Hitler y Churchill.
Es miembro de la International Napoleonic Society (Francia) y de la Royal Society of Literature (Reino Unido). Ha logrado premios como el Wolfson History Prize y el British Army Military Book of the Year.
En el ensayo, el autor nos acerca al perfil de personajes claves en la historia del mundo reciente que participaron en los grandes conflictos. Todos gozaron de una serie de cualidades necesarias para poder guiar a ejércitos o países hacía una victoria que no siempre lograron. Sus fortalezas y debilidades hicieron de ellos únicos en su tiempo.
Desde Napoleón a Thatcher, pasando por Nelson, Churchill o De Gaulle, todos gozaron de algo de suerte en momentos clave, aunque no les fue eterna.
Pero más allá del estilo de una biografía al uso (mini biografía es este caso), el autor nos acerca momentos concretos de las vidas de los personajes que ayudaron a forjar su personalidad o dieron muestras de ella, y les permitieron llevar a cabo parte de sus propósitos (o despropósitos). Son las «lecciones fundamentales de quienes hicieron historia».
Napoleón Bonaparte (1769-1821) instauró la meritocracia y el talento en la Francia heredera de la Revolución. Motivó como nadie a sus soldados mostrando una cercanía nunca vista entre un líder militar y su tropa.
Horatio Nelson (1758-1805) era tan fanfarrón como genio en el mar pero sus hombres, pese a su rigurosidad en los castigos, sabían que bajo su mando las probabilidades de victoria eran altas y con ello el botín a obtener.
Winston Churchill (1874-1965), que fue militar antes que político, pronunció los más emotivos discursos te toda la historia en tiempos de guerra y lideró como nadie a su país cuando pocos meses antes parecía un cadáver político.
Adolf Hitler (1889-1945) fue un individuo mediocre pero logró poner de acuerdo a millones de personas que lo adoraron con fervor y le siguieron en sus fanáticos deseos.
Iósif Stalin (1878-1953) es otro de los monstruos del siglo XX, que llegó a aprobar una resolución a favor de la tortura. Logró controlar ideológicamente su partido, imponiéndose a todos (fusilados la mayoría) para mantenerse en el poder durante toda su vida.
George C. Marshall (1880-1959), jefe del Estado Mayor norteamericano en la Segunda Guerra Mundial, logró multiplicar el esfuerzo bélico hasta las cotas inimaginables al comienzo de la contienda.
Charles de Gaulle (1890-1970) tenía fobia por ingleses, norteamericanos y alemanes, pero más allá de sus contradicciones, logró que su país tuviera tras la guerra tanto premio como las grandes potencias.
Dwight D. Eisenhower (1890-1968) tuvo el mando supremo de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial a pesar de que siempre tuvo la fama ser mejor coordinador que militar.
Margaret Thatcher (1925-2013), apodada la «Dama de hierro» por los soviéticos, fue ante todo patriótica y defensora a ultranza del libre mercado. Tuvo la determinación para imponerse a todos, llevando a su país a la victoria en el mayor conflicto desde la guerra mundial.
El libro es muy recomendable. Aquí tenéis más información: ‘El liderazgo en guerra‘.