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Madame de Pompadour, la «reina» de Luis XV

Jeanne Antoinette Poisson (1721-1764) es más conocida como Madame de Pompadour. Fue la amante del rey Luis XV de Francia a partir de 1745 y hasta su muerte, tratándola el rey a ella como “reina”, en detrimento de la reina María Leszczyńska (1703-1768), Princesa de Polonia y Reina consorte de Francia por matrimonio. Historiográficamente hablando, a ella se la suele tratar por la parte cortesana que ejerció en palacio, pero nosotros ni mucho menos deberíamos de tratarla así por muchísimos motivos, y hoy os los explico.

Madame de Pompadour 1756 Quentin de la Tour
Madame de Pompadour (1756) por Quentin de la Tour (Museo del Louvre, París)

Educada desde joven por las monjas ursulinas (que se dedicaban exclusivamente a formar a niñas), destacaba en conversación (algo imprescindible en palacio), actuación (cómo no) y canto entre otros menesteres por pertenencia a la burguesía, a pesar de que sus padres se dedicaban a negocios menos limpios (un hombre de negocios corrupto y una madre con infinidad de amantes).

El rey Luis XV tratABA a Madame de Pompadour como “reina”

En 1741 contrajo matrimonio con uno de los asentistas de impuestos de París más importantes y comenzó a presenciar las jornadas de caza del rey en el coto de caza de Versalles, al residir cerca de la zona con su marido. Desde muy joven ella tenía ambición de grandeza, por lo que siempre asistía a las jornadas con sus mejores galas (además de su propia belleza natural, que también ayudaba) para llamar la atención. Coincidencias de la vida, la amante oficial del rey fallece en 1744 y al poco tiempo es invitada a asistir a un baile en palacio sin su marido y pudo bailar con el Rey. En menos de un año el rey legalizará el divorcio, ella se traslada a Versalles y se desempolva el título nobiliario que ostentará el resto de su vida, Marquesa de Pompadour. Aprende protocolo para adaptarse a la organizada vida de palacio y antes de finalizar 1745 ya reside en su aposento personal al lado del rey.

Jarrón estilo Luis XV
Jarrón estilo Luis XV de porcelana en color Rosa Pompadour Manufactura de Sèvres (ca. 1860)

Rediseñará el estilo rococó para redecorar (valga la redundancia) el Palacio de Versalles, así como renueva el vestuario y objetos de toda la corte. Esta es su primer cambio y uno de los más importantes. La Manufacture Nationale de Sèvres era hasta ese entonces una modesta fábrica de porcelana. Será Madame de Pompadour quién consiga el título de manufactura real en 1756 y la traslada a un terreno de su propiedad, así como el rey les concede grandes privilegios y subvenciones como la exclusividad en la utilización del oro en sus modelos, realizados en pasta tierna (conocida como bizcocho) y decoración polícroma de extraordinaria calidad. Sus colores son utilizados e imitados en otras manufacturas tan valiosas como Meissen con el color Rosa Pompadour.

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Petit Trianon Palacio de Versalles
Petit Trianon en el Palacio de Versalles

El triunfo de la rocalla, decorada con flores naturalistas y pájaros será el culmen a la decoración rococó que ya sólo será apartada con la llegada del estilo Luis XVI y posteriormente con el estilo Imperio de Napoleón. Para los jarrones y estatuillas utilizaban la pasta dura, que le hará asemejarse al mármol por su dureza y mayor tamaño. Esta misma atención se aplicará a la arquitectura, ya que dirigirá la construcción de palacios y residencias reales al comenzar a utilizarse las habitaciones reales de acuerdo con el piano nobile renacentista, separando lugares públicos de privados o incluso lugares tan famosos como el Petit Trianon de Versalles (del cual se la considera su impulsora real aunque todo el mundo piensa que fue idea de María Antonieta) aunque no llegase a verlo construido, o la actual Place de la Concorde de Paris, la segunda más grande del país (y la misma en la cual se instaló después la guillotina, o actualmente el obelisco de Luxor).

plaza de la concordia París
Plaza de la concordia de París

Su poder duraría hasta el fin de sus días, al poseer una confianza y franqueza absoluta, lo que daba poco lugar a duda cuando tomaba la palabra. Esa forma de ser le llevó a chocar en muchas ocasiones con nobles y cortesanos, al ser de carácter público su origen y momentos privados, por lo que en ocasiones era admirada y en otras muchas criticada.

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Los escritos del momento la describen como una persona amable y dispuesta incluso con la Reina, con quien contra todo pronóstico su relación era buena (que no con sus hijos, que la llamaban «mamá putain»). A pesar de la mala fama que la precede, Madame de Pompadour no fue la amante sexual que todo el mundo piensa, debido a que el Rey más que pasión buscaba amor en ella. Tras cinco años de intentos en donde nada parecía funcionar en la cama y donde por más que intentaba, decidirá transformarse en una mujer célibe, encargarse ella misma de escoger a las amantes sexuales del rey y confiar en su intelecto para alcanzar la cima… Y ahí entra en juego la política.

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Portada del primer tomo de la Enciclopedia

El ser amiga de los filósofos Voltaire y de Montesquieu, grandes personajes ilustrados y a los que conoció en los Salones, le influyó positivamente en el apoyo a la creación de la Enciclopedia y mantuvo contacto con ambos durante toda su vida. Cuando se casó con marido, pudo crear su propio Salón y comenzar a crear sus propias redes de contacto que no harían más que acrecentarse cuando se establece en Versalles.

Pese a todo se llevaba bien con la Reina. no así con sus hijos, que la llamaban «mamá putain»

Al ser la principal confidente del rey llegó incluso a decidir sobre determinadas personas, tanto como para protegerlas como destruirlas (cuatro ministros serían depuestos a través de sus consejos al rey). Este cambio en la conducta (de la alcoba a la política) la reconocemos en las diferentes interpretaciones pictóricas que poseemos de Madame de Pompadour en donde vemos una reminiscencia obvia con una campaña de marketing actual. Iniciando su “andadura” en Versalles reconocemos pinturas más sensuales, bucólicas y seductoras (como es retratada en 1746 por Jean-Marc Nattier) y en la madurez de la relación hacia obras más intelectuales, amistosas e ilustradas como le realizó Boucher, pintor real de la corte o de la Tour. Al final de sus días, se la reconoce como la dama ilustrada e inteligente que fue.

Madame de Pompadour como Diana Jean por -Marc Nattier
Madame de Pompadour como Diana, diosa de la Caza (1746), por Jean Marc Nattier (Museo del Louvre, París).

La sociedad del momento quiso culparla de todos los males que ciñeron a Francia durante sus escasos veinte años de residencia en Versalles, la pérdida de la colonia francesa de Canadá y otros males variados derivados tras la Guerra de los Siete Años (en la cual ella se posicionaría del lado de los austríacos). La opinión pública (aún hoy en día) fue creando una serie de caricaturas satíricas que circulaban tanto en palacio como por el país. Se la acusaba de todos los males del país.

El destino, siempre irónico, quiso poner tiempo después a una austríaca en el trono de Francia llamada María Antonieta y, ahí sí, YA SÍ QUE SÍ, entre ella y Luis XVI se encargaron de arruinar el país.

Madame de Pompadour satirizada
Madame de Pompadour satirizada como una mona (Autor desconocido)

Las presiones, críticas y complots con los que tuvo que convivir no hacen más que agrandar su presencia como Heroína. En primer lugar, es gracias a su papel en la corte de Versalles, hoy en día podemos disfrutar y conocer muchísimos edificios que fueron realizados a través de su intervención. A los anteriormente mencionados Sèvres, Petit Trianon y Plaza de la Concordia, debemos unir la École Militaire del Campo de Marte y el Hôtel d´Evreux (actual Palacio del Eliseo, residencia del presidente de Francia), un ala en el Chateaux de Fontainebleau, el de Bellevue y el Château de Menars, sito en el Valle del Loira y del cual fue propietaria.

ecole militaire paris
Ecole Militaire en París

También será gracias a ella que poseemos el mencionado rosa Pompadour y el peinado del mismo nombre, o el uso generalizado que damos espumoso francés más internacional y con el que se suelen brindar en grandes festejos. El champagne fue puesto de moda en la corte gracias a ella, al asegurar que realzaba la belleza. Por si lo anterior no fuese suficiente, será ella la que promoverá la primera exposición de pinturas en el Louvre en 1758, el desarrollo de la Escuela de Roma (y la institución de los Grand Prix de pintura y arquitectura), mecenas de Boucher (a quién convirtió en su favorito) sin olvidarnos del rococó y sus acciones en Versalles, la protección y mecenazgo que hizo de artistas para la Historia del Arte tan imprescindibles como François Boucher o la Enciclopedia de Diderot, con la que se le retrata en la obra de Georges de la Tour que abre el artículo.

Madame de Pompadour 1764 por Francois Hubert Drouais
Retrato de Madame de Pompadour (1763-64), por François-Hubert Drouais (Museo del Louvre, París)

Fue la única amante que falleció en palacio, y según las crónicas del momento, cuando su cortejo fúnebre pasó por delante del balcón del rey bajo un aguacero torrencial camino del Convento de las Ursulinas donde fue enterrada, el rey dirá una frase que lo resume todo “la marquesa no tendrá buen clima para su viaje, ¡y ese es el único tributo que le puedo hacer!

Conociendo la historia de Madame de Pompadour, llegamos a la conclusión de que lo único que le faltó para ser Reina de Francia fue que el rey le pusiese la corona en la cabeza (que ganas no le faltaron), así que ya que el rey no pudo homenajearla, hagámoslo nosotros.

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