El origen de la palabra tirano está en el Imperio Lidio (1300 a. C.- 546 a. C.) y se usaba en la Grecia antigua para referirse a un gobernante que no había heredado el trono ni sentía el apoyo del pueblo.
Los Persas emplearon a estos «aristócratas» tras sus conquistas del Asia occidental en la época de Ciro I ‘el Grande’ y tras la conquista y dominio total de Jonia en la época de Darío I. Estos dependían y rendían cuentas a un gobernador Persa. Estos eran llamados ‘sátrapas‘ (literalmente, ‘protectores del reino’).
Famosos fueron los 30 tiranos de Esparta. En el 404 a.C. tras el fin de las interminable Guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta, la victoria de estos últimos provocó no sólo el final del esplendor y supremacía ateniense sino la imposición de gobernantes por parte de la ciudad de lacedemonio, aunque sólo se mantuvieron 1 año.