La figura de San Jorge emergió con fuerza en el siglo XIII, como aquel caballero capaz de enfrentarse a dragones y acabar con ellos para liberar a los pueblos.
Ya desde el siglo VIII se habían difundido por Europa viejas leyendas de dragones, sobre todo a partir de la aparición del poema anglosajón ‘Beowulf‘. La iglesia comenzó a asociar los dragones con el mal y el demonio y ante estos aparecía la figura el caballero valiente que a lomos de su caballo se enfrentaba a ellos y los vencía.
Y así apareció el caballero que venció al dragón, Jorge, canonizado como San Jorge, liberando supuestamente la ciudad de Libia, amenazada por la bestia. A parecer este personaje habría nacido en Capadocia, actual Turquía entre los años 275 y 303 de nuestra era. En este ultimo año fue finalmente torturado y ejecutado por orden del Emperador Diocleciano, que había ordenado perseguir a los cristianos por todo el Imperio Romano. Esto le convirtió en mártir y en santo.
Las dudas entre la leyenda y la realidad son notables, hasta el punto que en el Concilio Vaticano II (1962-1965) se le excluyó del santoral catótico. Pese a todo se sigue celebrando el día de San Jorge en numerosos países.