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La Guerra Civil Catalana, los remensas contra los malos usos

La Guerra Civil Catalana o la Primera Guerra Remensa. Entre 1462 y 1472 se produjo una confrontación civil en Cataluña (Corona de Aragón) cuyo origen fue la enorme desigualdad entre señores y campesinos. Los derechos señoriales habían ido aumentando, a la vez que disminuían los del campesinado, hasta institucionalizarse los malos usos señoriales. Es lo que la reina María de Luna llamaba la “execrable y abominable servidumbre”. Estos conflictos sociales darían lugar a las llamas Guerras Remensas.

Los remensas

Los remensas o payeses eran los campesinos que estaban sujetos a los malos usos. La instauración de estos, o lo que es lo mismo, del estatus de remensa, según Joseba Martínez de Lahidalga se desarrolló en tres etapas: La inicial, entre los siglos X y XI, derivó entre la guerra civil que enfrentó a nobles y condes; la segunda en el siglo XIII tras las cortes de Cervera (1202) y las de Barcelona (1283) y la última con la aparición de la peste negra, lo que agravó aún más las condiciones en que vivían los campesinos catalanes.

«Los malos usos son la execrable y abominable servidumbre”

María de Luna, reina de Aragón

Desde el siglo XI, las principales familias nobiliarias en Cataluña dominaron la tierra mediante redes de vasallaje apoyados por ejércitos privados. Gradualmente fueron perdiendo autonomía hasta que en 1202, las Cortes de Cervera establecieron los malos usos. Con ellos, los campesinos perdían todo derecho judicial ante cualquier acción de los condes catalanes. Incluso dentro de Cataluña no se extendieron de igual forma estas prácticas abusivas. En la llamada Cataluña Vieja fue donde peor condición tenían. No es difícil entender que la guerra civil de 1462 tuvo su origen en esta zona.

Hasta el siglo XIV, con reyes como Alfonso V, Juan II o su hijo Fernando II, no aparecen las primeras iniciativas para la abolición de estas prácticas lo que derivó en diversos conflictos sociales.

Los malos usos

Eran seis obligaciones que los campesinos debían cumplir:

  • Intestía: el señor tenía derecho a quedarse con los bienes del campesino en caso de su fallecimiento sin testamento.
  • Exorchía: si el campesino fallecía sin descendencia, el señor podía apoderarse de 4/5 partes de su patrimonio.
  • Cugucia: referido al posible adulterio de una remensa.
  • Arsia: hacía responsable al campesino de cualquier catástrofe natural en sus territorios, como un incendio, por lo que estaba obligado a compensar al señor.
  • Firma de spolii: pago de los derechos de boda del campesino y que es abonado por el padre de la novia.
  • Remensa: el pago que debía hacer el campesino si quería recuperar su “libertad” y dejar de ser un remensa adscrito a la tierra. Por este impuesto son conocidos los campesinos.

Comienzan las reivindicaciones remensas

Desde 1447, lo remesas comenzaron a reunirse en sindicatos y de esta manera podían comunicarse con el rey de manera coordinada. Un año después, Alfonso V los oficializó. En 1450 ya tenía unos 20.000 afiliados. Y fue en esta fecha cuando comienzan sus grandes reivindicaciones contra los señores.

El problema de los reyes aragoneses fue la necesidad y dependencia que tenían de los nobles. Pese a sus intentos durante el siglo XV de abolir los malos usos, la presión de los señores les obligaba a mantenerlos. Alfonso V tuvo que anular la sentencia de abolición de los malos usos sólo un año después de su firma, debido a sus necesidades militares en Nápoles. Los sindicatos remensas no podían igualar las cifras donadas por los señores a la corona, logrando mantener los malos usos durante más tiempo.

Juan II, rey de Aragón

Los principales problemas sociales llegaron bajo el reinado de Juan II (1458-1479) que tuvo que sufrir dos conflictos: la Primera Guerra Remensa (1462) y la Guerra Civil Catalana (1462-1472).

El monarca mantuvo la misma política que su hermano Alfonso, favorable a los remensas en los que se apoyaron en sus conflictos contra la nobleza catalana.

Juan II de aragon guerra civil cartalana
Juan II, rey de Aragón

Primera Guerra Remensa

El primer conflicto social del monarca tuvo su origen en el problema familiar que le enfrentaba con su hijo Carlos de Viana. Fue detenido Acusado de conspirar contra su padre, fue detenido lo que implicó el levantamiento de sus simpatizantes, principalmente la oligarquía y nobleza barcelonesa. El monarca tuvo que firmar una concordia (Villafranca, 1461) que beneficiaba a los nobles catalanes y restituía a su hijo como lugarteniente de Cataluña. Un año después falleció Carlos y el vacío de poder y los abusos de los señores provocó el levantamiento remensa, con Francisco Vertallat al frente. La Diputación de Barcelona formó un ejército para sofocar la revuelta campesina y atacó en Gerona a la reina Juana Enríquez y al heredero Fernando, enviado por el rey Juan II para solucionar el conflicto. Gracias a la protección del obispo de Gerona, a las tropas francesas y sobre todo a los remensas de Vertallat, la reina y príncipe no fueron hechos prisioneros. Este ataque sucedió en mayo de 1462, y Joseba Martínez de Lahidalga lo considera el comienzo de la guerra Civil Catalana.

La Busca y la Biga

Al mismo tiempo que la revuelta remensa y guerra civil, existía otro conflicto político y social que enfrentaba a las oligarquías urbanas y a los pequeños comerciantes y mercaderes por el poder municipal de las ciudades, sobre todo en Barcelona. La Biga, formada por los nobles y señores y controlaban los cargos municipales y sus privilegios excluyendo al resto de cualquier acceso, que sólo podían lograr mediante la intervención del rey. Contra ellos se unieron en la Busca.

Comienzo de la Guerra Civil Catalana

Dos bandos enfrentados. Por un lado, los partidarios del rey que eran una parte de los remensas, aquellos que vivían en peores condiciones (al mando de Vertallat) así como grupos de pequeños mercaderes y artesanos. Enfrente estaban los nobles, las oligarquías urbanas y la Diputación. También se les unieron una parte de los remensas, aquellos a los que pudieron convencer tras ofrecerles ciertas mejoras en sus condiciones. De esta forma le hacían pagar al rey Juan por la cesión de los condados del Rosellón y la Cerdaña a Francia a cambio de su apoyo.

Juan II apoyado por un ejército francés sitia Barcelona en 1462, pero resiste y debe retirarse. Ambos bandos buscarán la ayuda de Castilla. Pero es la oligarquía catalana quien consiguió atraerse a Enrique IV a través del Conde de Lerín y la presión de beamonteses navarros, aunque por poco tiempo. El rey francés impuso un acuerdo de paz en la Sentencia Arbitral de Bayona, el 23 de abril de 1463, mediante el cual Juan II se hacía con el trono navarro y Castilla abandonaba sus ofensivas y aspiraciones.

Los oligarcas catalanes buscan nuevos acuerdos. Primero con Portugal hasta la muerte prematura de su rey y también con Borgoña. En 1466 la Generalidad ofreció la corona aragonesa al rey de Nápoles, Renato de Anjou, que aceptó, aunque nunca se desplazó a Cataluña. Sin embargo, no fue más que un revulsivo sin trascendencia. Juan II y el príncipe Fernando se imponían en el campo de batalla.

Desde 1470 los franceses iban a pasar de aliados a enemigos. En las Cortes de Monzón se votaron subsidios de Aragón y Valencia para expulsarlos del territorio. Juan II buscó alianzas con ingleses y borgoñones para aislar a Francia.

El 26 de noviembre de 1471, el bando real logró una contundente victoria en Santa Coloma de Gramanet, que iba a dejar libre el camino hacia Barcelona. La capital rebelde fue asediada y el 24 de octubre de 1472 se firmaba la capitulación de Pedralbes, que ponía fin a la guerra civil. Juan II entraba en Barcelona vitoreado por sus súbditos.

El resultado para el reino de Aragón fue penoso. A la ruina económica que había dejado 10 años de guerra, se sumó la pérdida definitiva de los condados del Rosellón y la Cerdaña.

Bibliografía:
  •  «La evolución del campesinado remensa (siglos XI-XV)» (Martínez de Lahidalga, J.)
  • “La alta nobleza del norte en la guerra civil catalana de 1462-1472” (Sobrequés Vidal, S.)
  • «Historia de España de la Edad Media» (Álvarez Palenzuela V.A.)

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2 COMENTARIOS

  1. Hola. Me sorprende no ver, entre los malos usos de la nobleza catalana, el más conocido y denigrante de todos: el derecho de pernada. Lo comento porque, aunque no soy un erudito, he leído recientemente sobre el asunto. De todas formas, era un texto bastante antiguo, así que es posible que, más recientemente, se haya desechado el dato.
    En cualquier caso, gracias por estos retazos de Historia.

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