Muchas veces los barcos españoles no han salido victoriosos en batallas navales contra Inglaterra, sin embargo no siempre fue así. Aquí recordamos una gran victoria de las naves hispanas, en concreto del Reino de Castilla.
Nos encontramos en la interminable Guerra de los 100 años, con posesiones inglesas en el actual suelo francés, la plaza de la Rochelle era una baza muy importante para que Francia pudiera recuperar la influencia en toda la región. Un pacto con Castilla (Pacto de Toledo, firmado en 1368) había llevado allí a la flota castellana comandada por Ambrosio Boccanegra al mando de una flota de unos 20 barcos. Allí esperaban los navíos ingleses al mando de el Conde de Pembroke, con una fuerza superior de unos 50 navíos.
La batalla sucedió el 22 de junio de 1372 y una hábil maniobra de bocanegra hizo que los pesados barcos ingleses quedaran embarrancados y las ligeras galeras españolas pudieran maniobrar a placer. El uso de las lombardas (también llamadas bombardas), los primeros cañones de artillería, hizo estragos en la flota inglesa de la que no se salvó ni un sólo barco, quedando todos hundidos o capturados. Por el contrario las bajas castellanas fueron mínimas.
Esta contundente victoria propició la toma de la ciudad costera tras dos meses de asedio. Con ello Inglaterra perdió la dominación de un importante territorio en suelo francés y Castilla se hacía una importante potencia naval en el Atlántico. Pese a todo la Guerra de los Cien años duraría aún muchos años, finalizando en 1453.
El uso de estas máquinas de guerra supone que la batalla de La Rochelle es la primera aparición de la artillería naval.