Era el año 711, la Península Ibérica es ocupada por los musulmanes pasando a ser otra provincia del califato Omeya de Damasco. Nacía al-Andalus con Córdoba como capital, mostrando un majestuoso desarrollo urbanístico y convirtiéndose en una de las ciudades más importantes de occidente.
En el año 786, ante el aumento de la población cordobesa, Abderramán I decide construir una nueva mezquita en el lugar ocupado por la iglesia de San Vicente. Sobre una planta cuadrada divide dos partes; la sala de oración que constaba de 11 naves perpendiculares al muro de la quibla con 130 columnas de doble arcada separando las naves. El arco inferior de herradura que sirve de entibo para el desplazamiento lateral de los soportes y el arco superior de medio punto recibiendo la techumbre de madera. Dichos arcos alternaban sus dovelas con ladrillo y piedra formando una bicromía roja y blanca muy característica. Por encima del cimacio a modo de ménsulas cuentan con modillones de rollo desde donde arrancaban unas pilastras adosadas que refuerzan los arcos. Ofrece un gran repertorio de capiteles visigodos, clásicos, y tardoantiguos. En la parte superior las arquerías ejercían de acueducto para sacar el agua. En la parte interior se aprecia un techo liso siendo a dos aguas en el exterior. Los capiteles, cimacios, columnas, basas y fustes fueron reutilizados. Se aprecian diferentes tamaños que tuvieron que casar entre ellos para darles a todas las columnas la misma altura. Diseña la organización tripartita de la puerta con un vano central adintelado resguardado por un arco de herradura únicamente ornamental y otros dos espacios a los laterales que muestran dos niveles decorativos. En el nivel superior dos vanos a modo de ventanas enmarcados por arcos decorativos tapados por celosías geométricas.
En el inferior dos considerables modillones de rollos sirviendo de base a sillares de forma escalonada y otros rehundidos, todos labrados con atauriques formados por palmetas y otras hojas y frutos que se convirtieron en el prototipo del arte andalusí .Sobre el vano central un friso de tres arquillos ciegos de herradura que se separan con tableros de atauriques. Culmina con un saliente sobre modillones de rollo y decorado con almenas. Como segunda parte contó con un patio de 74 metros de largo. En el exterior se dispusieron varias puertas de rectangulares contrafuertes alternados regularmente y más amplios en los ángulos. Como coronamiento decorativo almenas de forma troncopiramidal escalonada. Recuperan la construcción de sillería en piedra llegando a ser una de sus señas de identidad y alcanzando su mayor desarrollo en su vecina Medina al-Zahra.
Su hijo ,Hisam I, será el encargado de finalizar las obras integrando unas galerías para el rezo de las mujeres y levantando el alminar de planta cuadrada dispuesto al exterior de patio al que añadió también una fuente para las abluciones.
En el año 833 Abderrahman II realiza la ampliación más importante. Construye un nuevo mihrab y añade una nave porticada en el patio, prolongando las naves con 8 tramos más en dirección al Guadalquivir sostenidas por otras ochenta columnas donde aparecen los primeros capiteles islámicos labrados intencionadamente para la oración. La obra concluye en el año 848.
Muhammad I reforma la puerta de San Esteban o de los Visires, quedando establecido el modelo de puerta exterior característico de ésta mezquita. Por primera vez se establece como elemento decorativo la epigrafía. Los textos hacen referencia al soberano Muhammad, ordenante de la obra, y a Masrur, responsable político de su ejecución y quien realizó la maqsura, frente al mihrab, para la oración del gobernante. Introdujo por primera vez la decoración labrada en una piedra superpuesta a la constructiva. Aporta también el alfiz con la alternancia de dovelas lisas y con ataurique, las cenefas de enmarque del arco y la ornamentación epigráfica
En el año 945 Abderrahman III, ya como califa, amplía el patio añadiendo galerías a sus tres lados. Entre los años 951-952 amplía el alminar hasta una altura de 30 metros donde estaba la terraza que accedía al almuédano, dispuso dos escaleras independientes y dos cuerpos decrecientes superpuestos, dotándolo de una gran monumentalidad que servirá de referente a otras grandes construcciones como la Giralda de Sevilla o los minaretes almohades de la Kutubia de Marrakech. Posteriormente reforzó las arquerías de la sala de oración, levantando un ancho muro en el patio para contrarrestar los empujes.
Su hijo, al-Hakam II, derribó el muro meridional y amplió la sala de oración hacia el sur en 12 tramos y otras 120 columnas. Introduce el modelo de planta en “T” al construir una nave transversal que quedaba paralela al muro de la qibla, quedando la nave central más ancha. A la nave central la dotó de dos bóvedas con lucernarios; una junto al mihrab y otra al inicio de la ampliación. Flanqueando la bóveda junto al mihrab se levantaron dos bóvedas más que conformaron el ámbito de la maqsura en las tres naces centrales del oratorio. Aunque presentan formas diferentes todas las bóvedas son de nervios entrecruzados. La de la maqsura se alza sobre un octógono surgido a partir de cuatro arcos de lóbulos ubicados en las esquinas, conformando las trompas y con interior decorado con gallones. De cada uno de sus ocho ángulos parten dos nervios que se apoyan en pequeñas columnas delimitadoras de un nuevo espacio octogonal en el centro, cubierto éste por una bóveda gallonada. Todos los alzados se decoraron con mosaicos. En las bóvedas restantes los plementos muestran figuras geométricas variadas. Las bóvedas de nervios califales son uno de los elementos más destacados de la arquitectura andalusí. Todo el lujo y el barroquismo de la mezquita se concentran en la zona de la maqsura y el mihrab de la ampliación de Al-hakam II. Destaca el juego de arcos lobulados y entrelazados decorados con atauriques, creando la característica red de rombos. El mihrab conserva el tradicional arco de herradura, precedidas sus jambas por 2 hermosas losas de mármol también con decoración ataurique. Esta impactante decoración tendría una evidente función simbólica relacionada con el poder del Califa Cordobés y el gusto Islámico por la suntuosidad que también podemos apreciar en las celosías geométricas de las puertas.
Entre los años 987-990 Almanzor, hiyab del Califa Hissam II, llevará a cabo la última ampliación y la más extensa; la proximidad del río hace que las naves se amplíen hacia oriente quedando el mihrab descentrado. El patio también fue ampliado, finalizándose la decoración de la puerta del perdón.
En el año 1523, ya en época cristiana y convertida en catedral, se iniciaron las obras del crucero. Hernán Ruiz será el encargado del proyecto concluyéndose los trabajos a comienzos del siglo XVII.
Que buen artículo! Estuve ahí en 2017 y ahora me doy cuenta de que tendría que haber sabido mas de la historia del lugar. Si bien los guías hacen muy buen trabajo, es mejor leer con antelación sobre lo que vas a encontrarte. Muchas Gracias!
Muchas gracias Roberto. Un saludo
Siempre puedes volver 😉